Front Marítim
El Front Marítim de Barcelona, una actuación urbanística que prometía ser ejemplar, se ha convertido en una operación inmobiliaria cargada de abusos y tropelías. El más flagrante, el cometido por Realia -empresa participada por Fomento de Construcciones y Contratas y Caja Madrid- en el edificio que ha firmado Ricardo Bofill. Recién entregados y ya coleccionan desperfectos a miles y todo tipo de deficiencias: puertas que no cierran, miles de losas de mármol colocadas a pesar de estar resquebrajadas, humedades por doquier, terrazas sin canalización para los días de lluvia, grifería de plástico, azulejos que se caen, y un interminable etcétera, convierten esta promoción en el museo contemporáneo de la chapuza inmobiliaria. Tomen nota los futuros compradores, porque cuando se dice 'pisos de alto nivel' se quiere decir 'pisos vergonzosos'.
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