Sharon nombra ministro de Defensa al general partidario de deportar a Arafat
El 'halcón' Saúl Mofaz, que ha dirigido la represión de la Intifada, nuevo ministro de Defensa
El primer ministro Ariel Sharon busca el apoyo de nacionalistas radicales y extremistas religiosos para formar una mayoría parlamentaria y un nuevo Gobierno en Israel, llenando el vacío provocado por la salida de los siete ministros laboristas, que le han dejado con 55 diputados en una Cámara de 120 escaños, según revelaron ayer los medios israelíes. El primer fichaje ha sido el de un destacado halcón, el general Saúl Mofaz, como nuevo ministro de Defensa. Su nombramiento ha hecho temblar a los palestinos y a los sectores pacifistas de Israel, que temen un recrudecimiento de la Intifada.
Saúl Mofaz, 54 años, originario de Irán, ex combatiente de la campaña del Sinaí, comandante de infantería en la región Norte en la guerra de Líbano, creador de una técnica hábil de combate bautizada en los manuales de los paracaidistas como 'la emboscada Mofaz', es sobre todo un veterano en la lucha contra los palestinos. Durante 22 meses, desde septiembre de 2000 a julio de 2002, ha sido jefe del Estado Mayor y responsable de la represión de la Intifada. Como jefe de las tropas, Mofaz ordenó la controvertida y sangrienta Operación Muro Defensivo, cuyo punto más álgido fue la batalla de Yenín; medio centenar de muertos y cientos de casas destruidas.
El general Mofaz es, además, un hombre con ideas fijas, agravadas por su incontinencia verbal; así lo demostró el pasado mes de abril, cuando ante las cámaras de televisión, y en un aparente descuido, susurró al oído del primer ministro, Ariel Sharon, que había llegado el momento de expulsar al extranjero al presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Yasir Arafat, que en aquellos momentos se encontraba sufriendo el primer asedio de los blindados israelíes en la Mokata de Ramala. 'Deberíamos echarlo a patadas', dijo.
Mofaz aceptó su nombramiento por teléfono, cuando se encontraba de viaje en el Reino Unido, participando en una serie de conferencias y tratando de recolectar adhesiones a favor de Israel en su lucha contra los palestinos. La prensa israelí aseguraba en su edición de ayer que el general se había visto obligado horas antes a abandonar precipitadamente el Reino Unido, con dirección a Alemania, y regresar a Tel Aviv, para eludir su detención por la policía británica, a raíz de una denuncia que una asociación islámica había presentado contra él por supuestos crímenes de guerra en los pasados meses. La noticia no ha sido confirmada oficialmente, aunque se ha reconocido la existencia de la demanda.
El nombramiento de Mofaz ha sido acogido con perplejidad por el ministro saliente, el laborista Benjamín Ben Eliezer, quien aseguraba ayer que 'nadie discute su valía personal y militar', pero a continuación le conminaba a formarse políticamente para poder ejercer el cargo de ministro.
Arafat alertó sobre los peligros que entraña: 'Es un paso que despierta gran sensibilidad y que puede tener influencia en toda la región. Mofaz en un lado, Yalon -el jefe actual del Estado Mayor- en el otro y Sharon sobre ellos, ¿se imagina lo que pasará en la región?'.
Pero mucho más polémicas que el nombramiento de Mofaz han sido las conversaciones que Ariel Sharon ha mantenido con Aviador Liberman para hacerse cargo de Asuntos Exteriores, en sustitución de Simón Peres. Previamente Sharon había ofrecido sin éxito al dimitido Peres regresar a su lado para convertirse en embajador especial de la causa israelí ante la comunidad internacional. Liberman, un judío de origen moldavo, responsable del partido ultraderechista Unión Nacional Israel-Beitenu, conocido por sus ideas racistas, propagandística de la política de transferencia o expulsión de la comunidad palestina a los países árabes vecinos, aseguraba ayer que no dará sus siete escaños a Sharon a no ser que reciba a cambio la cartera de Exteriores, o en su defecto, la de Hacienda. Su candidatura hizo ayer temblar a amplios sectores de la diplomacia israelí. Una fuente aseguró: 'Si este hombre es designado ministro de Exteriores será un holocausto'.
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