Los antitrasvase se hacen con el control de la comunidad de regantes de la izquierda del Ebro

Jaque al rey, pero todavía no un jaque mate. La Plataforma en Defensa del Ebro (PDE) consiguió ayer evidenciar que sus bases no únicamente están formadas por ciudadanos urbanos y ecologistas, desapegados de las necesidades económicas de los payeses, sino todo lo contrario. La plataforma consiguió los votos necesarios para hacerse con el control de la junta de la comunidad de regantes del margen de la izquierda del Ebro. El resultado tiene una importante significación política pues se trata de una comunidad que ha tenido los mismos dirigentes desde hace 22 años y que ha apoyado el minitrasvase de agua a Tarragona y el trasvase del Ebro previsto en el Plan Hidrológico Nacional.

Los antitrasvasistas se hicieron ayer con el control de la comunidad de regantes de la margen izquierda del Ebro al sumar 4.988 votos, frente a los 4.272 obtenidos por el presidente saliente, Joel Bonet. El sector antitrasvasista se había fijado como meta hacerse con el poder de la institución no tan sólo para validar su representatividad entre los regantes y acabar con un poder calificado de 'caciquil', que ha representado Bonet desde 1979, sino para demostrar que el Plan Hidrológico Nacional (PHN) atenta contra las bases socioeconómicas del territorio.

Los votos obtenidos por la candidatura antitrasvase, con el abogado Lluís Pegueroles y el empresario José Pedro Castells al frente, permiten a los miembros de la plataforma antitrasvase hacerse con la mitad de los votos de los vocales de la junta. La determinación de los vocales entrantes y de la nueva presidencia es realizar una auditoría de las cuentas de la comunidad. Los nuevos representantes están convencidos de que se han producido irregularidades en la gestión de la entidad. Si ello se demuestra, tienen la intención de 'presionar a los vocales afines a Bonet' para que abandonen definitivamente la gestión del organismo. La renovación de la mitad restante de la junta no está prevista hasta dentro de dos años.

Los nuevos vocales y el nuevo presidente, Lluís Pegueroles, entrarán a formar parte de la entidad, pero no tomarán posesiòn del cargo hasta la primera quincena de enero. Pero la transición no parece que vaya a ser pacífica. Ayer mismo, el hasta ahora presidente del sindicato de riego, Joel Bonet, declaró que no se sentía derrotado y anunció que impugnará la elección ante la comisaría de aguas y la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE). Lluís Pegueroles manifestó que Bonet 'tiene derecho a impugnar los resultados', pero recordó que el proceso electoral había sido controlado por el secretario de la comunidad, 'que, como fedatario público, ha dejado constancia de que hemos ganado', añadió. El reglamento electoral se remonta al año 1907 y permite un sistema de votación por delegación y ante notario, además de las directas en la asamblea, fácilmente susceptibles de falsificación. Los responsables de controlar el proceso electoral desestimaron votos de las dos candidaturas.