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Socialistas y populares anticipan su rechazo a unos presupuestos 'soberanistas'

El Gobierno asegura que ya ha iniciado los contactos con los grupos de la oposición

El proyecto de presupuestos del Gobierno para 2003 ha nacido con pocas posibilidades de recibir el apoyo que necesita en el Parlamento. Los dos principales partidos de la oposición (PSE-EE y PP) rechazaron ayer de pleno apoyar la 'expresión económica' del plan soberanista del lehendakari Ibarretxe. Ambos cuestionaron que se pida su respaldo y al mismo tiempo se les insulte sugieriendo que pueden darse dar 'un abrazo' con Batasuna. La vicelehendakari, Idoia Zenarruzabeitia, ha iniciado ya los contactos con los grupos parlamentarios para presentarles el proyecto.

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Los socialistas, al igual que los populares indicaron que ellos nunca han colaborado con sus 'verdugos' y que no es lo mismo ir de la mano que coincidir en un voto contra el Gabinete. Rodolfo Ares, portavoz socialista en el Parlamento, indicó que el diálogo que el Gobierno quiere abrir con Batasuna es para pactar, tal y como ya hiciera en el dictamen de la comisión de autogobierno, en julio pasado. Batasuna se abstuvo y permitió que se aprobara el dictamen, según Ares, tras una negociación entre el portavoz nacionalista, Joseba Egibar, y Arnaldo Otegi. 'Si no quieren pactar con Batasuna, ¿para que le convocan?', se preguntó Ares.

La única diferencia entre populares y socialistas radica en que el PP nunca apoyará las cuentas, mientras el PSE ha dejado un puerta abierta en el caso improbable de que Ibarretxe abandone su política actual y haga 'autocrítica'.

'Están al servicio de un proyecto político independentista y de quiebra del entendimiento y la convivencia entre vascos. Y los presupuestos incorporan cosas de ese proyecto político, como la inclusión del gasto en competencias no transferidas', indicó Barreda. Para el dirigente del PP, el Gobierno debe asumir la responsabilidad de construir una mayoría en torno a su política y sus presupuestos, en lugar de 'atacar a la oposición'. Barreda coincidió con Ares en preguntarse si el Gobierno va a respetar el procedimiento reglamentario o prepara 'un nuevo fraude', en referencia a la conflictiva tramitación parlamentaria del año pasado.

Nada de 'bromas'

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Ares se mostró muy crítico con Zenarruzabeitia. 'Queremos decirle que no vamos a admitir bromas como hablar del 'abrazo entre ilegalizadores e ilegalizados'. Las víctimas no pactamos con los verdugos'. El dirigente socialista añadió que las 'discrepancias profundas' y 'las razones políticas y jurídicas' que llevaron el pasado año a los socialista a rechazar los presupuestos no han disminuido doce meses después, 'sino que se han acrecentado'. En todo caso, acudirán a la reunión con la vicelehendakari.

La tramitación de los presupuestos para 2003 comenzará una vez que se presenten oficialmente en el Parlamento. Cada departamento desglosará su proyecto en comisión y se hará un primer debate. Tras este trámite, se discutirán las enmiendas a la totalidad en el pleno de la Cámara. Hasta el pasado año la tradición parlamentaria establecía que todas las enmiendas que planteaban la devolución del proyecto se votaran de forma conjunta, como señala el Reglamento. El pasado año, para evitar que los votos de la oposición (PP, PSE y Batasuna suman 39 votos frente a los 36 del PNV, EA e IU) devolvieran los presupuestos al Gobierno, el presidente de la Cámara, el peneuvista Juan María Atutxa, invocó un antiguo precedente y forzó que las enmiendas se votan por separado. De esta forma hizo valer la mayoría minoritaria con que cuentan los partidos del Gobierno. Este año la presidencia tiene previsto aplicar el mismo sistema, lo que puede repetir la disputa.

Nueva lectura

La polémica lectura del Reglamento hecha por el presidente del Parlamento llevó a la oposición a no asistir a varios plenos, impidiendo su celebración por falta de quórum. Al final salieron adelante unos Presupuestos mutilados y merced a la abstención selectiva de Batasuna (aproximadamente el 70% del gasto). El Gobierno ha tenido que completarlos con la prórroga de la prorroga de los presupuestos de 2000 y los créditos extraordinarios aprobados en marzo, especialmente para Interior.

Una vez pasado el trámite de las enmiendas a la totalidad, se analizan, transaccionan y votan en comisión las parciales. Pasado este trámite se vuelve al pleno donde existen dos posibilidades. Si se ha aceptado alguna enmienda al proyecto original que entró en la Cámara, se puede realizar una votación artículo por artículo. Si no se han aceptado enmiendas, se vota la totalidad. El pasado ejercicio se votó por artículos. En este proceso, la abstención de cualquier grupo da al Gobierno la mayoría simple necesaria para la aprobación. Así, gracias a la abstención de Batasuna se pudo aprobar el año pasado lo que Atutxa calificó simplemente como 'una ley'. El Gobierno central la recurrió posteriormente contra ante el Tribunal Constitucional.

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