Gripe aviar en 2025: cómo influye en el precio del huevo y lo que debe saber

El actual brote de gripe aviar H5N1 en Estados Unidos ha causado preocupación entre científicos, funcionarios de salud pública y legisladores. Estudios e informes recientes muestran que el virus se ha propagado más de lo que se pensaba originalmente, con casos no detectados en ganado y seres humanos. Además, se señalan posibles errores políticos por parte del Departamento de Agricultura (USDA) durante este brote y se ha reportado un incremento en los precios de los alimentos, especialmente en los huevos.

Propagación no detectada entre vacas y humanos

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) han publicado recientemente un estudio que muestra que las infecciones humanas relacionadas con la exposición al ganado pueden haber pasado desapercibidas. Los investigadores analizaron a 150 veterinarios que habían trabajado con ganado y descubrieron que tres tenían anticuerpos contra el virus H5N1, a pesar de no recordar ningún síntoma. Este hallazgo sugiere que se han producido infecciones asintomáticas y que podrían estar más extendidas de lo que capta la vigilancia actual.

El estudio también despertó alertas por las deficiencias de la vigilancia, ya que uno de los veterinarios infectados había trabajado en Georgia y Carolina del Sur, que son Estados en los que no se habían notificado oficialmente infecciones en el ganado. Esta discrepancia indica que puede haber vacas infectadas en Estados donde no se han documentado casos, lo que muestra la urgente necesidad de mejorar los métodos de rastreo. Los científicos temen que si el virus H5N1 adquiere la capacidad de transmitirse eficazmente entre seres humanos, el control del brote podría resultar cada vez más difícil.

Despidos y errores políticos del USDA

El USDA ha recibido críticas tras despedir por error a varios funcionarios involucrados en la respuesta federal a la gripe aviar. Ahora, la agencia intenta revertir estas destituciones, aunque el incidente refleja preocupaciones más amplias sobre la supervisión federal. Los recortes, impulsados por la Administración de Donald Trump en su esfuerzo por reducir el tamaño del Gobierno, han generado alarma entre científicos y legisladores, quienes advierten que estas medidas podrían afectar la capacidad del país para contener el brote.

Entre los despedidos se encuentran empleados de la Red Nacional de Laboratorios de Salud Animal, un componente clave en la vigilancia y respuesta a las enfermedades animales. Los expertos advierten de que estas interrupciones pueden debilitar la capacidad del país para rastrear y mitigar la transmisión de la gripe aviar, sobre todo a medida que surjan nuevos casos en lugares inesperados. Legisladores demócratas y republicanos han expresado su preocupación por las repercusiones de los despidos, y algunos sostienen que las decisiones políticas deben basarse en evaluaciones científicas y no en la conveniencia política.

Precio de los huevos

Uno de los efectos más tangibles del brote de gripe aviar ha sido la subida del precio de los huevos. El virus ha devastado manadas de aves de corral, lo que ha provocado un descenso de la oferta y el correspondiente aumento de los costes. Según los últimos datos del USDA, 151 manadas confirmadas se han visto afectadas, con un total aproximado de 23 millones de aves perdidas por el virus.

Los consumidores han notado el cambio en el mercado, donde los precios de los huevos se han disparado debido a la interrupción del suministro. Aunque los precios de los huevos ya eran elevados debido a anteriores efectos de la inflación, el brote de gripe aviar ha agravado el problema. Los legisladores de la Comisión de Agricultura de la Cámara de Representantes han informado de que han recibido noticias de electores frustrados por las subidas de precios. Esto ha generado nuevos llamados para fortalecer las estrategias de control de la enfermedad y a incrementar la inversión en investigación sanitaria avícola para prevenir futuros brotes y otras crisis de precios.

Riesgo actual

Aunque los CDC aseguran que el riesgo para la población en general aún es bajo, estudios recientes señalan que los esfuerzos de vigilancia son insuficientes. La detección de infecciones no registradas en veterinarios y la falta de pruebas exhaustivas en algunos estados evidencian la necesidad de una supervisión más estricta tanto en el ganado como en las poblaciones humanas vulnerables.

Además, los retrasos en la publicación de datos clave —en parte debido a restricciones en la comunicación de las agencias sanitarias federales— han dificultado el seguimiento del virus en tiempo real. Los científicos advierten que cualquier demora en identificar y responder a nuevos patrones de transmisión podría elevar el riesgo de un brote más amplio.