La Biblioteca Apostólica Vaticana se informatiza

Una de las instituciones que acumula más sabiduría y belleza en el mundo, la Biblioteca Apostólica Vaticana, con 1,6 millones de volúmenes y 8.300 incunables (65 de ellos en pergamino), ha entrado en la era moderna, informatizando todos sus fondos. El cardenal argentino Jorge Mejía, bibliotecario de la Iglesia católica romana, presentó ayer el nuevo sitio en Internet (http://bav.vatican.va/phome_it.htm), que hará accesible la biblioteca vaticana no sólo a los especialistas, sino a los simples ciudadanos curiosos.

Le seguirán los archivos secretos (que en realidad no lo son, salvo la etapa de 1939 hasta nuestros días). De tal forma que, al menos hipotéticamente, podrían consultarse on line documentos de gran valor como cartas de Lutero, de Miguel Ángel Buonarruoti, o algunas de las misivas que Lucrecia Borgia envió a su padre, el papa Alejandro VI. De tiempos más recientes, hay peticiones a Pío IX del compositor Gioachino Rossini para que autorizara a las mujeres a cantar en misa.

No todo el inmenso patrimonio de la biblioteca vaticana estará en Internet, pero sí una parte importante. El Vaticano presentó ayer con gran despliegue de mapas, notas y folletos, el nuevo sitio de la biblioteca, que a última hora de la tarde de ayer ya resultaba 'navegable'. El acceso a la Biblioteca Vaticana es posible también a partir del sitio de la Santa Sede (www.vatican.va). El catálogo electrónico comprende 700.000 noticias y será actualizado continuamente. Creada por el papa Nicolás V (1447-1455) a partir de su biblioteca personal, la Biblioteca Vaticana conserva, además de los libros e incunables, 150.000 manuscritos y 300.000 medallas y monedas.

La empresa Hewlett Packard ha ofrecido a la Santa Sede el soporte técnico necesario para llevar adelante este proyecto. Las estanterías de la Biblioteca Vaticana, en la que trabajan unas 50 personas, ocuparían desplegadas unos 90 kilómetros de distancia.