Los Mossos detienen a dos empresarios acusados de crear una red ilegal de trabajadores inmigrantes

Agentes de los Mossos d'Esquadra han detenido a dos empresarios de la construcción de Berga y Avià (Berguedà) y a un empleado de su empresa acusados de mantener una red de inmigrantes ilegales a quienes daban trabajo en el sector de la construcción a precios muy por debajo de los mínimos legales. A los empresarios Enric Trias, de 34 años y Ricard Coma, de 50, y al trabajador Ramon Inglés, de 30, se les considera presuntos autores de delitos contra los derechos de los trabajadores y de coacciones, amenazas y falsificación de documento mercantil.

Ricard Coma había sido alcalde de Avià por CiU y consejero comarcal. Los inmigrantes que supuestamente explotaban los dos constructores procedían de países de América Central y de Marruecos, principalmente. En total, fuentes de la investigación consideran que unos 70 inmigrantes se han visto afectados por estas prácticas ilegales de los empresarios. La actuación de éstos no había pasado inadvertida a otros constructores del sector en Berga.

Las operaciones de contractación se realizaban a través de la empresa Construccions Generals 59, con oficina en Berga. El tercer detenido, Ramon Inglés, que era un trabajador de Construccions Generals 59, quedó en libertad con cargos tras declarar ante el juez de Berga, José Manuel del Amo, que instruye el caso. Ayer el juez ordenó la ampliación durante 32 horas más de la detención de los otros dos arrestados. El caso está pendiente de nuevas actuaciones de la policía, que podrían acabar con la detención de algún nuevo imputado relacionado con la red.

Como uno de los máximos responsables de la empresa que contrataba los inmigrantes aparece David Coma, abogado y hermano del ex alcalde de Avià.

Los Mossos consideran, además, que varias decenas de trabajadores contratados ilegalmente han estado meses sin cobrar sus salarios e incluso han tenido que acudir a los servicios de Cáritas de Berga para poder comer. Esta presunta estafa económica, que afecta a inmigrantes sin papeles en todos los casos, podía ascender a unos 30 millones de pesetas.

Los empresarios repetían a diario una operación. Se presentaban a las 6 de la mañana en el bar de una gasolinera del Passeig de la Pau de Berga donde se concentraban los inmigrantes. Entre los presentes elegían a los que trabajarían aquel día y el resto debía esperar mejor suerte. Se les trasladaba con furgonetas a diversas obras en las que la empresa trabajaba como primera firma o como subcontratada. Estas obras podrían estar ubicadas en cualquier lugar de Cataluña y se les pagaba entre 4 y 7 euros la hora para jornadas de 12 horas de trabajo.

Ésta era una práctica habitual y de hecho, a Ricard Coma se le detuvo el lunes a primera hora de la mañana en el bar de la gasolinera, punto de encuentro con los inmigrantes. De momento, los Mossos d'Esquadra tienen la declaración de unos 15 inmigrantes y esperan poder contar con más declaraciones, pero el hecho de que éstos se encuentren en situación ilegal ha frenado la posibilidad de que haya más denuncias, según fuentes policiales. En algunos casos, los inmigrantes sin papeles debían esconder su propia identidad y adoptar la de alguno de sus compañeros que sí tenía papeles.

Alguno de los inmigrantes han sufrido accidentes laborales de importancia a raíz de los cuales tienen pendientes procesos judiciales y en otros casos, en los que las lesiones eran menores, según la policía, se ha coaccionado para que no acudieran a los servicios médicos amenazándoles de destapar su situación de inmigrantes sin papales si lo hacían. También, según la investigación, se retenía el pasaporte a los inmigrantes. Esta retención del pasaporte servía para tenerles desarmados y, con ello, poder mantener la situación laboral irregular.