La UPC planea no trasladar la Escuela Industrial a la zona del Fòrum

Ni la Escuela Superior de Ingenieros Industriales ni la Escuela Universitaria de Ingeniería Técnica Industrial de la calle de Urgell. Primero, la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) rechazó trasladar la Escuela de Ingenieros Industriales al futuro campus de Llevant, en pleno territorio del Fòrum de les Cultures. Ahora, el convenio firmado entre la Diputación de Barcelona y la UPC para trasladar la Escuela de Ingeniería Técnica peligra porque la Universidad Politécnica se plantea ubicar ese centro en el campus de la Diagonal.

La propuesta de la Universidad Politécnica de Cataluña no es del agrado ni del Ayuntamiento de Barcelona ni de la Diputación. Aunque la cuestión no está cerrada, fuentes de ambas administraciones señalan que los convenios pueden ser denunciados si el planteamiento de la UPC no es el más adecuado para el proyectado campus universitario de Llevant, con una superficie de más de 63.000 metros cuadrados edificables.

Ese campus está llamado a ser uno de los motores del cambio, no sólo urbanístico, de aquella área del frente litoral, a un paso de la desembocadura del río Besòs y a dos del barrio de La Mina. Precisamente es esa ubicación la que despierta buena parte del rechazo del equipo del rector Josep Ferrer Llop a trasladar los estudios de las ingenierías al campus de Llevant. De hecho, el propio Ferrer Llop dejó claro que estaba en contra de ese cambio en su campaña de las elecciones al rectorado de la UPC y en algunas entrevistas concedidas.

El 7 de marzo pasado la Diputación de Barcelona -propietaria del solar de la calle de Urgell donde se encuentra la Escuela Universitaria de Ingeniería Técnica Industrial- firmó un convenio con la Politécnica para el traslado del citado centro al espacio del Fòrum. Ese acuerdo, sancionado por el entonces rector Jaume Pagès, fijaba que la Diputación aportaría 21 millones de euros a cambio de recuperar el espacio que la Escuela de Ingeniería Técnica ocupa actualmente. La concreción de ese convenio quedaba a expensas de que la UPC realizara un plan funcional de reestructuración de todos sus centros. Ayer se celebró una reunión en la Politécnica entre todas las partes implicadas -esta universidad, la Diputación, el Ayuntamiento de Sant Adrià y el de Barcelona- sobre el citado plan de usos, del que ya se descarta trasladar la Escuela de Ingeniería Técnica al campus de Llevant. Fuentes de la UPC insistieron, a preguntas de este periódico, en que nada estaba cerrado y que el hecho de no trasladar esta escuela al campus de Llevant no tiene por qué cambiar sustancialmente el acuerdo con la Diputación.

Por el contrario, fuentes de esta institución precisaron que el convenio estipula algo concreto -21 millones de euros por el traslado de la Escuela de Ingeniería Técnica al campus de Llevant- y que, por tanto, si se altera no será válido. Puntualizaron, no obstante, que no se había tomado ninguna decisión.

Por su parte, el Ayuntamiento de Barcelona no esconde su malestar por los cambios de planes de la Politécnica. El convenio firmado entre ambos en febrero pasado -cuando el rector era Jaume Pagès- no precisaba qué estudios, grados o centros de la UPC se trasladarían al campus de Llevant. No obstante, Pagès era partidario de que fuese la Escuela Superior de Ingenieros, por una parte, y luego los estudios técnicos de la Escuela de Ingeniería Técnica los que dieran cuerpo al campus. En total serían unos 7.000 alumnos.

El acceso de Ferrer Llop al rectorado cambió el panorama por completo y, en una primera instancia, dejó claro que la escuela de ingeniería no se trasladaría al Besòs pese a que el edificio que ocupa requiere de una intervención urgente. Anunció que trasladaría la Escuela Superior de Arquitectura, lo cual provocó el rechazo frontal de ese centro.

En la reunión mantenida ayer, Ferrer Llop presentó una propuesta para establecer en el campus de Llevant la Escuela de Aparejadores, la de Topógrafos y el segundo ciclo de la de Arquitectura, lo cual representaría entre 3.500 y 4.000 alumnos.

El consistorio de Barcelona considera que el campus de Llevant debe ser de una cierta envergadura para que haga de motor de un cambio profundo. Por ese motivo hay cierta urgencia en que la UPC concrete su protesta, que debe ser debatida por el Consorcio Interuniversitario del Besòs.