El viaje relámpago del Papa a España

La apretada agenda vaticana del Papa y su delicada salud pesan sobre su viaje pastoral a España, previsto para la próxima primavera que, con toda probabilidad, se limitará a una visita relámpago a Madrid. Una fuente próxima al equipo que elabora el programa del Pontífice -en estos momentos en discusión- dijo ayer a este diario que lo más probable es que Juan Pablo II repita el esquema de sus últimos viajes a Ciudad de México y Guatemala, en los que se redujeron al máximo las visitas a las autoridades civiles.

Tanto en México, donde Karol Wojtyla se detuvo apenas 48 horas al regreso de su viaje de cinco días a Canadá, el pasado verano, como en Guatemala, donde apenas estuvo 24 horas, el Pontífice se limitó a presidir ceremonias de canonización y a almorzar con la jerarquía religiosa en ambos países.

El quinto viaje de Juan Pablo II a España fue confirmado el martes por el nuncio vaticano Manuel Monteiro. Esta vez el objeto de la visita sería celebrar la canonización de tres beatos españoles ligados a la ciudad de Madrid. Monteiro precisó que, en cualquier caso, el anuncio oficial de la visita, con el programa de actos completo, no estará listo hasta dentro de un tiempo. 'El Papa aceptó la invitación', dijo en Canarias el nuncio, y 'por parte de la Santa Sede los trámites se han iniciado en una perspectiva positiva'.

Acoger de nuevo al Papa en España, siquiera en una visita fugaz, era uno de los sueños del cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, que ha batallado largamente en los pasillos vaticanos para lograrlo. En 24 años de Pontificado, Karol Wojtyla ha dado varias veces la vuelta al mundo, visitando más de un centenar de países, algunos como Estados Unidos, y su Polonia natal, no menos de siete veces. Otro de los países más visitados ha sido Francia, que ha acogido seis veces a Wojtyla.

Con España, uno de los bastiones históricos del catolicismo, el Papa ha sido algo menos pródigo, aunque lo ha visitado cuatro veces, la primera de ellas, a comienzos de noviembre de 1982, cuando el PSOE acababa de lograr su primer triunfo electoral. Ese viaje, en el que Wojtyla visitó 16 localidades en 219 horas, había sido inicialmente previsto para octubre de 1981 y luego aplazado por el atentado sufrido por el Papa en la plaza de San Pedro de Roma el 13 de mayo de ese mismo año. Más tarde, en 1984, visitó Zaragoza y en agosto de 1989, Santiago de Compostela y Asturias. La última visita fue en junio de 1993.

De confirmarse el viaje programado para la próxima primavera (abril sería el mes más probable, habida cuenta de que en mayo se prepara en Roma la beatificación de Teresa de Calcuta) se darían dos curiosas circunstancias, porque sería el viaje número 100 del Pontífice (si se mantiene como está previsto una anterior visita a Croacia, y se anula definitivamente un viaje a Filipinas) y el primero a España coincidiendo con un Gobierno de centro-derecha.