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CARTAS AL DIRECTOR
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

El retorno de los archivos a Cataluña, no

El sábado 12 pasado se publicó en Cartas al Director una firmada por profesores de 25 universidades no catalanas pidiendo la devolución a la Generalitat de los fondos de la guerra civil correspondientes, existentes en el Archivo de Salamanca.

Los abajo firmantes, todos profesores de la Universidad de Zaragoza, muchos defensores acreditados desde hace tiempo de lo que es y representa la cultura catalana, queremos manifestar nuestra oposición a tal petición por la inaceptable política patrimonial de la Generalitat.

Desde 1977 ha bloqueado la formación del patronato del Archivo de la Corona de Aragón, disponiendo del mismo como si fuera propio, e impidiendo que las otras comunidades autónomas implicadas en su gestión: Aragón, Valencia y Baleares, tengan la más mínima oportunidad de hacerlo, mostrando el más absoluto desprecio hacia ellas y a lo que se pactó en su día.

Intenta a toda costa que el patrimonio histórico-artístico de un centenar de parroquias aragonesas castellanoparlantes, antes pertenecientes a la histórica diócesis catalanoaragonesa de Lérida, ahora a la nueva diócesis aragonesa de Barbastro-Monzón, se quede en Lérida. La Generalitat durante años sostuvo que era asunto puramente eclesiástico, pero ahora que en 2001 Roma ha sentenciado a favor de la diócesis aragonesa, la Generalitat ha iniciado un pleito civil para alargar la devolución ad infinitum, bloquear la comisión técnica de partición y hacerla imposible, apoyando para ello a la parte más reaccionaria y nacionalista del clero de la diócesis. Y ha pagado un museo nuevo para hacer irreversible la operación.

Igualmente, la Generalitat ha creado y mantiene un museo, el Museu d'Historia de Catalunya, que en vez de presentar una historia del Principado moderna, abierta, plural, que haga pensar y vincule la rica historia catalana a su entorno y a los del conjunto de España y Europa, la ha segmentado, ocultado y moldeado a su gusto para convertirla en el buque insignia de la mitología de CiU. En este museo, la decisiva Sentencia Arbitral de Guadalupe sólo fue una conquista del valiente campesinado catalán (aunque la firmó un rey, por cierto aragonés); la conquista de América fue financiada con capital catalán (era valenciano, que se sepa); la expulsión de los moriscos no existió (aunque hizo polvo los dos reinos vecinos); se oculta el origen histórico de la bandera contando sólo la procatalanista leyenda de Guifré el Pilós; la industrialización catalana se hizo sin mercados (pero el español fue fundamental) ni obreros (pero hubo mucha inmigración). En fin, para qué seguir. Ese museo proporciona a casi un cuarto de millón de niños al año, a toda una generación, una visión nacionalista, exclusivista y segmentada de la historia que será muy difícil cambiar.

Compartimos la voluntad de concordia y justicia de nuestros colegas firmantes, pero la reali

dad real es otra. La Generalitat se apropia del patrimonio que controla, impone un discurso falsamente victimista, y mientras no asuma obligaciones que ya tiene en términos de justicia y dignidad, seguirá teniendo poder, pero no autoridad para reclamar nada.

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