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La UE adopta una directiva para reducir un 22% el consumo energético de los edificios

Gabriela Cañas

Los sistemas climatizadores de los edificios son, después del transporte, los que más contaminan el aire en Europa. Tras meses de procedimiento legislativo, la Unión Europea ha dado luz verde a una directiva que impone revisiones constantes de dichos sistemas y certificados homologados. Bruselas calcula que si la norma se aplica de forma óptima se reducirá en un 22% el consumo energético de los edificios y, por tanto, también se generarán menos emisiones de dióxido de carbono. La directiva se tendrá que aplicar en toda la UE a partir de 2008, año en que comienza el periodo de verificación del Protocolo de Kioto.

El pleno del Parlamento Europeo aprobó el jueves por unanimidad la directiva, y ayer, una vez revisadas las enmiendas, los expertos en Energía de los Quince aprobaron el texto definitivo. Éste atañe a los nuevos edificios de más de 1.000 metros cuadrados o a los que sufran una renovación importante.

A partir de su entrada en vigor, en 2008, todos estos edificios deberán contar con revisiones de sus calderas cada cinco años y cumplir con unos requisitos mínimos de aislamiento, calefacción, aireación y recuperación de energía. Tales estándares deberán quedar inscritos en unos certificados de eficiencia energética que podrán ser utilizados, por ejemplo, en la negociación a la hora de alquilar o vender una parte o la totalidad del edificio. 'Será un nuevo elemento a tener en cuenta para fijar los precios', explica un experto, que añade que España no tendrá problemas técnicos para aplicar la directiva, aunque sí deberá expedir certificaciones completamente nuevas.

Revolución en la vivienda

El eurodiputado español del PP Alejo Vidal-Quadras, ponente de la directiva, cree que ésta supondrá una verdadera revolución en el sector de la vivienda y en el gasto energético. El diputado asegura que experiencias ya en marcha, como la de Dinamarca, han demostrado que es mucho más barato acondicionar bien un edificio que seguir pagando la energía extra que consumiría de no verificar las instalaciones.

La propuesta de esta nueva directiva partió en abril de 2001 de los servicios de Energía de la Comisión Europea, a cargo de Loyola de Palacio, que considera que, dado que es difícil parar la creciente demanda de energía en Europa, la única solución para respetar los acuerdos de Kioto de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero es ahorrar en el consumo. Más de un 40% del consumo de energía en la UE tiene lugar en los edificios, en su mayoría en calefacción, agua caliente, refrigeración y alumbrado. Para De Palacio, el preacuerdo entre ambas instituciones (Parlamento y Consejo) no sólo es una buena noticia para el medio ambiente europeo. 'Es una pieza clave de nuestra estrategia de mejorar la seguridad del aprovisionamiento energético', ha añadido la comisaria.

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Sobre la firma

Gabriela Cañas
Llegó a EL PAIS en 1981 y ha sido jefa de Madrid y Sociedad y corresponsal en Bruselas y París. Ha presidido la Agencia EFE entre 2020 y 2023. El periodismo y la igualdad son sus prioridades.

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