_
_
_
_

La gran banca ha perdido 5.300 millones de plusvalías en sus participadas en Bolsa

Entre julio y septiembre, el valor de las carteras de BBVA, SCH y La Caixa cayeron un 75%

Íñigo de Barrón

BBVA, SCH y La Caixa han vivido su trimestre más negro en la cartera de empresas participadas. En conjunto, las plusvalías latentes que acumulaban en junio se ha depreciado un 75% al final de septiembre, lo que supone un golpe a la fortaleza de su balance, ya que guardan menos reservas para los malos tiempos. La mayor caída de plusvalías en un solo valor ha sido la del Royal Bank of Scotland, donde el SCH tenía 3.400 millones en junio y ahora sólo cuenta con 1.100 millones. Esta depreciación ha sido mucho más pronunciada que la del Ibex 35, que en el tercer trimestre perdió el 22% de su valor.

Más información
El Ibex se deja llevar por la volatilidad pero mantiene los 5.600 puntos
El presidente del BBVA cree que la crisis obligará a la banca europea a vender sus negocios no estratégicos
5días.com:: Evolución de los mercados
Claves:: Gráficos analíticos
Foro:: El rincón del inversor
Negocios:: Sobrevivir sin la Bolsa

Hasta hace sólo unos meses, los bancos y cajas de ahorros alardeaban de las enormes plusvalías que atesoraban en su cartera de participaciones industriales y financieras. No era extraño que figuraran en un sitio de honor en las presentaciones de resultados. Sin embargo, este dato cada vez está más disimulado en sus informes trimestrales porque marca una pronunciada caída. En un momento difícil para el negocio comercial por la fuerte competencia, las grandes entidades financieras han visto cómo se ha esfumado el recurso a la venta de participaciones o, al menos, ya no será, como antes, un negocio redondo.

En el caso de La Caixa, el primer grupo industrial de España, el colchón de las plusvalías ha disminuido a marchas forzadas. En 1999, la entidad presidida por Josep Vilarasau contaba con unas plusvalías de 6.977 millones de euros. Al año siguiente esta cifra bajó hasta los 4.441 millones, similar a los 4.053 millones con los que cerró en 2001. Sin embargo, en los nueve primeros meses del año, la debacle bursátil ha afectado de lleno en los valores que forman la cartera de la entidad catalana, ya que ha perdido el 88% de las plusvalías. Sin embargo, esta caída no se ha repartido por igual en todo el año. Sólo en el último trimestre, el margen que podían obtener la caja de ahorros vendiendo sus participadas ha pasado de 1.800 millones a sólo 400 millones aproximadamente, según las cifras provisionales de los analistas.

Para La Caixa, los valores que más restan son el Deutsche Bank, en donde se acumulan minusvalías de 725 millones; Endesa, que vale 560 millones menos de lo que pagaron, y Repsol, que resta unos 600 millones. Por contra, las joyas de la corona que salvan la cartera son las de Gas Natural, con plusvalías de más de mil millones de euros; Telefónica, donde La Caixa es el accionistas más antiguo, y acumula 530 millones y, en la concesionaria de autopista Acesa, con 1.000 millones de plusvalía. Tanto la gestión de Gas Natural como la de Acesa están controladas por la caja catalana y son de las que menos han caído en el año dentro del Ibex 35.

Fuentes de La Caixa subrayan 'el carácter estable y permanente de nuestra participación en estas empresas' y apuntan que si bien ahora han caído mucho, 'lo importante es ver su trayectoria en un largo periodo de tiempo, que ha sido satisfactoria'. La Caixa se ratifica en sus inversiones 'porque son compañías con un gran nivel de recursos propios y que han aportado beneficios por puesta en equivalencia, así como dividendos muy significativos'.

Si en algún sitio están puestas las miradas sobre la cartera industrial es en la gran banca. El Santander Central Hispano (SCH) ha reconocido que puede recurrir a la venta de participadas para hacer caja e incrementar la fortaleza de capital. El SCH tiene un ratio de core capital -refleja el capital y reservas sin contar acciones subordinadas y otro tipo de participa-ciones- del 4,5%.

Posibles ventas

Alfredo Sáenz, consejero del banco, se ha comprometido a elevar ese core capital hasta el 5,5%. Francisco Gómez Roldán, director general financiero, reconoció recientemente en Londres ante inversores institucionales que 'la alianza con el Royal Bank of Scotland sigue siendo válida aunque se reduzca la participación al 5%'. Es decir, podría vender el 3%, ya que el banco controla el 8%. El problema de esta operación es que se ha retrasado demasiado.

Hasta junio, con cada 1% del capital del Royal Bank, el SCH obtenía 425 millones de euros de plusvalía. Ahora sólo conseguiría 137,5 millones, ya que la cotización de la entidad escocesa ha perdido un 34% de su valor en los tres últimos meses. Según los analistas, sólo el anuncio de que el SCH podría vender un paquete importante ha facilitado la caída de la cotización.

Otro de los fiascos de las participaciones del SCH ha sido Vodafone (antes Airtel). A finales de 2000 la plusvalía que acumulaba el banco en la operadora era de 6.000 millones. Ahora, la crisis de las tecnológicas provoca que apenas supere los 500 millones de euros. La semana pasada el banco que preside Emilio Botín dio un golpe de efecto al comprar casi un 4% de Unión Fenosa para elevar su participación al 20,3% y así respaldar la delicada situación que atravesaba la compañía eléctrica, que desangraba en la Bolsa tras conocerse un informe de una firma de analistas estadounidense que ponía en duda sus prácticas contables. Resultó ser, precisamente, la anotación de la venta de Airtel en tres ejercicios en lugar de uno lo que había alarmado a dicha entidad. La acción dejó de caer.

Precisamente sobre Unión Fenosa, al igual que sobre Cepsa, caía la sospecha de que el banco se desprendiera de sus participaciones. Ya lo hizo en meses pasados de Dragados y Vallehermoso, por las que obtuvo 822 millones de plusvalías. El hecho de venderlo a socios industriales y no en el mercado le ha permitido obtener fuertes primas y muchas más ganancias. En el último trimestre las plusvalías se han reducido un 72%.

El BBVA ha sido el último en mover su cartera. El martes anunció la venta de su participación en Acesa, con lo que obtuvo 21 millones de plusvalías. Sin embargo, la entidad mantiene que no tiene 'ninguna prisa para vender sus participaciones industriales. No hay necesidad de vender a estos precios', indicó Álvaro Vázquez, subdirector general financiero del BBVA.

La cartera del BBVA tiene similitudes con la de La Caixa, ya que ambos están en Repsol y Telefónica, si bien es mucho más reducida. Las participaciones que mejor se están comportando son Gamesa e Iberdrola, y la que peor, la petrolera Repsol. Al igual que el SCH, el banco presidido por Francisco González ha protagonizado una venta polémica, ya que se deshizo del 23,9% de Metrovacesa, con una fuerte prima, cediendo la gestión a la inmobiliaria Bami. La plusvalía fue de 369 millones de euros.

Sin capacidad de maniobra

Los analistas creen que estas tres entidades financieras 'poco pueden hacer ante esta caída del mercado', y que no se les puede acusar de haber tomado posiciones en empresas de riesgo. Sin embargo, añaden que esta situación 'es evidente que les debilita su balance y les limita la capacidad de maniobra porque cada vez tienen menos opciones de vender participadas'. Además hay que recordar que algunas de las más importantes empresas, como Telefónica y Repsol, realizaron un severo recorte de expectativas de beneficios que, en el caso de la operadora, supuso entrar en fuertes pérdidas.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_