Pierden los de siempre

Café para todos, menos para los jornaleros andaluces y extremeños. Hoy, después de una rectificación en toda regla a contrapié y fruto de una fuerte contestación social, los fijos discontinuos, los que sufren el despido improcedente, los autónomos que se quedan en paro, los mayores de 52 años, pueden estar más tranquilos. Una auténtica marcha atrás. Ésa ha sido la factura que ha tenido que pagar Aznar por la soberbia y de la prepotencia con que implantó el decretazo. Sin duda, una intervención salvaje en el modelo de protección social por desempleo que ha mostrado el verdadero rostro del PP.

La rectificación del Gobierno del Partido Popular se ha dejado atrás al colectivo más débil. Los trabajadores del campo andaluz y extremeño siguen en la misma situación de indefensión de antes. Sin ninguna razón de peso, sin ningún argumento convincente, el ministro de Trabajo ha escenificado un nuevo acto de la estrategia antiandaluza que desarrolla sin pudor Aznar desde que llegó a la Moncloa en 1996. Para el presidente del Gobierno, la comunidad más poblada de España no existe: se racanean inversiones, se le recortan derechos y financiación, se agreden a sus instituciones y sus gentes... y un largo etcétera de agravios y afrentas.

La derecha pretende que los grandes propietarios vuelvan a la plaza del pueblo a buscar a dedo a los braceros

El PP está instalado en el estereotipo. Considera erróneamente que el régimen especial de protección agrario es una limosna, una beneficencia pública. Una imagen negativa que se ha extendido por todo el territorio nacional: se presentan a los jornaleros andaluces como vagos e indolentes desde el más puro desconocimiento de los efectos beneficiosos de un sistema que ha transformado la fisonomía y las expectativas económicas y sociales de nuestros pueblos.

El Gobierno de la nación todavía está a tiempo de rectificar. A ello deberían ayudar el ministro Arenas y la presidenta regional, Teófila Martínez, que se mantienen entre la sumisión cobarde y el sucursalismo político. Los dirigentes del PP andaluz deben asumir su responsabilidad y hacer llegar a Madrid la voz unánime de todo el pueblo andaluz.

No importa que más de 250.000 andaluces nos manifestáramos en Sevilla en defensa del PER, que el PP andaluz se haya quedado en tierra de nadie mientras el resto de organizaciones políticas andaluzas, junto a los sindicatos e incluso la patronal agraria, se hayan unido para oponerse con todas sus fuerzas contra una medida especialmente lesiva con los intereses de nuestra tierra. El PP está solo una vez más por su incapacidad para defender los intereses de Andalucía.

Con la liquidación del régimen especial agrario, pierden los de siempre, se recorta por donde siempre y se alía contra los más débiles: los jornaleros. Se olvida que el PER ha significado desde su puesta en funcionamiento un instrumento indiscutible para la generación de riqueza y el asentamiento demográfico en los pueblos andaluces. Ha servido para devolver la dignidad a los trabajadores del campo andaluz y ahora el PP mira hacia otro lado, dejando abandonados a su suerte a más de 350.000 familias de nuestra tierra.

Los populares quieren volver al pasado. La derecha está obsesionada en liquidar estos históricos avances para que los grandes propietarios vuelvan a la plaza del pueblo a buscar a dedo a los braceros, para que el jornalero tenga que implorar una peonada como hace veinte años, saltando por encima de los logros que se consiguieron en las etapas socialistas. Haciendo un análisis frío de la situación, parece como si su reforma laboral se hubiera orquestado sólo con el único objetivo de reventar el subsidio y el PER.

En un alarde innecesario de fuerza como fue decretazo, ahora rectificado en su práctica totalidad, pierden los de siempre. El Gobierno de Aznar nunca rectifica a favor de Andalucía, una actitud hostil que tendrá sus repercusiones en las urnas. El medio rural andaluz no olvida.

Fernando Rodríguez Villalobos es Secretario de Desarrollo Rural y Agricultura del PSOE de Andalucía