300 objetos cuentan la historia de los judíos en España durante 1.500 años

La historia de los 1.500 años de permanencia de los judíos en España, desde sus orígenes romanos a la diáspora, se cuenta a través de 300 objetos que forman la exposición Memoria de Sefarad, que ha organizado la Sociedad Estatal para la Acción Cultural Exterior (Seacex). Obras de arte, documentos y medios audiovisuales se unen en un montaje que presenta 'un panorama histórico alejado de todo tipo de dogmatismos', según el comisario, el catedrático Isidro G. Bango. La ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, inaugura hoy la muestra en Toledo.

El centro cultural San Marcos, de Toledo (Trinidad, s/n), conocerá hoy la exposición Memoria de Sefarad, 'una muestra que va a profundizar en una de las tres culturas que son las señas de identidad de la ciudad', según declaró ayer el alcalde, José Manuel Molina (PP). La ciudad de las sinagogas de Santa María la Blanca y de Samuel ha-Leví (El Tránsito), de la Judería, el Museo Sefardí y la Escuela de Traductores añade la imagen de la España hebrea, en un recorrido que incluye los orígenes romanos y visigodos hasta la convivencia con las religiones mayoritarias en al-Andalus y los distintos reinos cristianos de la Edad Media, la diáspora, la inquisición y el legado sefardí.

'La exposición cumple el objetivo de recuperar la memoria histórica de España, una recuperación de nuestra diversidad cultural', declaró Felipe Garín, ex director del Prado y de la Academia de España en Roma, en una de sus primeras intervenciones como presidente de la Seacex. Sustituye en la presidencia a Juan Carlos Elorza, que ha seguido el proyecto en los dos últimos años antes de ocupar el mismo cargo que Garín en Roma.

Isidro G. Bango, catedrático de historia del arte antiguo y medieval de la Universidad Autónoma de Madrid, ha dirigido como comisario el proyecto científico de Memoria de Sefarad, con los asesores Carlos Carrete, Fernando Galván, Luis García Iglesias, Santiago Palomero, Juan Carlos Ruiz y Julio Valdeón, firmas que aparecen, entre otras, en el catálogo de 464 páginas, donde se cuenta la historia de la presencia judía en España con las imágenes de la exposición. La muestra permanecerá en Toledo hasta finales de enero y luego viajará a Montreal (Canadá), donde se celebrará un congreso.

La historia de Sefarad (España en hebreo), contada por dos judíos, abre la exposición en uno de los nueve audiovisuales que recorren las ocho secciones temáticas del montaje, diseñado por el equipo Macua & García Ramos. 'Sobre la superficie de unos 500 metros cuadrados de la antigua iglesia de San Marcos hemos creado una arquitectura efímera que, a través de módulos, recorre en un laberinto los contenidos de la exposición', dicen los diseñadores. 'Hemos creado una línea intimista, con un ambiente más cercano, para que los visitantes puedan establecer un diálogo con las piezas'. En este laberinto se han situado las piezas arqueológicas, códices, pinturas, muebles, maquetas y mapas. 'El hecho dramático de la expulsión y el no menos tenebroso de la actuación inquisitorial han borrado muchos aspectos del patrimonio judío hispano', señala Isidro G. Bango. En su opinión, 'los 1.500 años que duró la presencia judía en España hicieron que su cultura no sólo se identificase con las vicisitudes de la hispana, sino que se llegó a integrar plenamente en ella'. La intención del comisario es 'recrear la realidad histórica, con fases de luces y sombras tremendas'. 'Hemos puesto empeño en no ocultar nada de la realidad'.

La pileta trilingüe, de Tarragona, la estela de Orihuela y el epígrafe de Justino son las primeras piezas de las 300 que forman el montaje, procedentes de unos 70 museos e instituciones. Una maqueta de la Judería de Girona permite entrar en este 'espacio para la vida y la muerte', con la legislación (los contratos matrimoniales), los objetos de la vida cotidiana, piezas de vajillas para celebrar la Pascua (como la vajilla de plata de Briviesca), las necrópolis, las fiestas y la oración de la mañana del sabat en una sinagoga medieval española, que se presenta en un gran teatro virtual.

Los 'velázquez'

Una colección de biblias incluye ejemplares judíos y cristianos, desde la copia más antigua del Codex Hillelí hasta la Políglota. Se expone, como una excepción, la Biblia de la Casa de Alba, 'de un realismo extraordinario', donde Caín mata a mardiscos a Abel (un audiovisual enseña sus páginas). La sección de arquitectura presenta maquetas de sinagogas, con la idea vertical del espacio y la minuciosa decoración en color de los muros.

'Éstos son los velázquez', afirmó Isidro G. Bango al presentar el escritorio de Alfonso X el Sabio, donde judíos, moros y cristianos colaboraron juntos en creaciones como el Libro del ajedrez o el de Astronomía. La muestra termina con 'el problema de radicalización religiosa', el decreto de expulsión y la inquisición, con el Auto de fe en la plaza de Zocodover.