La Generalitat, dispuesta a ampliar el área vulnerable a la contaminación por purines

El Gobierno de la Generalitat no descarta ampliar las actuales zonas de Cataluña declaradas vulnerables por la contaminación de las aguas por nitratos. El consejero de Medio Ambiente, Ramon Espadaler, así lo confirmó ayer en Vic (Osona), en una de las comarcas más afectadas por el problema de los purines. Espadaler firmó un convenio con la Federación de Cooperativas Agrarias de Cataluña que establece una ayuda anual de 18.030 euros para la aplicación de planes colectivos de gestión de purines.

Las seis zonas de Cataluña decretadas como vulnerables y que sufren problemas de contaminación de nitratos en sus acuíferos y recursos hídricos son las comarcas del Alt Empordà, Baix Empordà, Gironès, Pla de l'Estany, Maresme, Osona, Alt Camp, Baix Camp, Tarragonès, Baix Penedès, Noguera, Segarra, Pla d'Urgell y Segrià. En total 203 municipios, número que muy pronto podría verse incrementado. Según Espadaler, la Generalitat revisará el decreto de zonas vulnerables en breve, en un 'proceso que se prevé largo y que, por lo tanto, no será de aplicación inminente'.

Gestión de deyecciones

La evidencia del avance de la contaminación de nitratos coincide con la aplicación del decreto de deyecciones ganaderas, que tiene por objetivo poner fin al excedente de purín, uno de los agentes causantes de este tipo de contaminación. Desde agosto, las 4.648 granjas ubicadas en zonas vulnerables tenían la obligación de presentar un plan de gestión de purines. El 87% de estas explotaciones lo ha hecho o ha solicitado una prorroga. 'El 13% restante no ha dicho nada', señaló Espadaler, 'y contra estas actitudes, marginales pero reales, se actuará severamente'. La semana pasada ya se expedientó a 21 granjas. Espadaler ha asegurado que las explotaciones expedientadas podrán normalizar su situación si presentan el plan de gestión de purines.

Para el consejero, el objetivo del decreto de deyecciones ganaderas es obtener un retrato de la magnitud del problema para poder hallar las soluciones adecuadas. En este capítulo, reconoció la paralización del plan de construcción de 25 plantas de tratamiento de purines que en la época en que Felip Puig dirigía el departamento se impulsó como una de las medidas necesarias para acabar con el problema del excedente de purines. Espadaler no descartó que finalmente se construyan estas plantas.

En Osona, donde ya existe una de estas centrales en funcionamiento, Espadaler confió en poder abrir próximamente una segunda central, ubicada en Sant Martí Sescorts, que dos años después de estar terminada no se ha puesto en marcha por las críticas vecinales.

La aplicación de los planes de gestión preocupa a los ganaderos, que ven en el escollo económico un problema para la viabilidad de sus granjas.