_
_
_
_
_

Un hombre apuñala al alcalde socialista de París por odio "a los políticos y a los homosexuales"

La agresión se produjo durante un festival cultural con apertura nocturna del Ayuntamiento

Un hombre de origen magrebí de 39 años apuñaló al alcalde de París, Bertrand Delanoë, en el interior de la sede del Ayuntamiento de la capital francesa durante la madrugada del domingo, aprovechándose de que el edificio se encontraba abierto al público para celebrar la Noche en blanco, un festival urbano y de cultura popular organizado por iniciativa del regidor agredido. Su vida no corre peligro. El agresor, Azedine Berkane, con antecedentes policiales, confesó durante el interrogatorio policial que actuó por odio hacia 'los políticos y los homosexuales'.

Delanoë nunca ha ocultado su condición sexual, que no le impidió obtener la brillante elección como alcalde en 2001. El hombre que apuñaló a Delanoë es un informático de origen argelino que vive con sus padres en Bobigny, un suburbio del noreste de la capital, a quien sus vecinos no conocen amistades ni noviazgos. El alcalde nunca llevaba escolta, en un país poco habituado a la violencia política, en que la policía sólo protege sistemáticamente al presidente y a los miembros del Gobierno.

La idea era buena: abrir al público museos, palacios y otros edificios de París para contemplar esos salones que el pueblo no conoce jamás, esos conciertos a los que normalmente no se va o esas colecciones en las que la entrada cuesta bastante dinero, todo ello extendido a lo largo de los veinte distritos de París. El éxito desbordó a los organizadores, que se encontraron con que tenían entre 300.000 y 400.000 personas en las calles y en el interior de los edificios públicos, en una noche particularmente templada del otoño parisiense.

Este enorme éxito se vio empañado por la agresión, que se produjo a las 2.30 de la madrugada del domingo, cuando Delanoë volvía a su despacho.

En el Ayuntamiento, asediado por muchos millares de personas de los que habrían cabido jamás, se anunciaba 'música tranquila'. De pronto, la puñalada de uno de los 6.000 visitantes arruinó la fiesta. Trasladado a una ambulancia donde recibió los primeros auxilios, el alcalde llamó a Christophe Girard, el teniente de alcalde encargado de Cultura, al que le ordenó que el festival continuara.

Los mensajes de simpatía hacia el alcalde llegaron de todo el arco político. Pero, ¿se puede organizar un festival de masas como el de la Noche en blanco sin tomar fuertes medidas de seguridad? 'No se puede hacer una fiesta en París y colocar arcos detectores de metales y policías, es preciso tener un sentimiento de libertad cuando se decide una manifestación como ésta', explicó el líder de los socialistas franceses François Hollande.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Y al final, la duda sobre si había una finalidad política o es sólo la obra de un perturbado. Sin confirmarlo oficialmente, la policía lo sugiere. En todo caso, se apunta a la tesis del hecho aislado, lo mismo que en otras tragedias muy recientes. Ocho concejales fueron asesinados en Nanterre, en plena campaña a las elecciones presidenciales de la primavera pasada. ¿El atentado del pasado 14 de julio contra el presidente Jacques Chirac? ¿Fue también otro loco? Y ahora, la puñalada a Delanoë, la principal autoridad pública que le queda al Partido Socialista después de su desalojo del Gobierno: todo se encamina a declararlo obra de un perturbado.

Una isla de izquierdas

Nadie es capaz de predecir cuál es el futuro de Delanoë, un hombre de 51 años con un recorrido político fuera de lo común. Pero lo cierto es que afirma su liderazgo y su popularidad en la isla de izquierdas en que se ha convertido París, en medio de la ola neoconservadora que cubrió Francia tras las últimas elecciones presidenciales y legislativas, montada sobre la clásica proclamación de ley y orden.

Dos millones de visitantes ocuparon las orillas del Sena desde el 21 de julio al 18 de agosto pasado: Delanoë había cerrado al tráfico la autopista urbana que bordea el río y la había transformado en la 'playa de París'. El alcalde ha construido su popularidad a golpe de iniciativas que intentan acercar el líder político al pueblo, lejos de los tiempos en que, como jefe de la exigua oposición municipal de izquierdas en el Ayuntamiento de derechas, actuaba como un oscuro hombre del aparato socialista.

La derecha ha intentado torpedear todas sus iniciativas, en especial la multiplicación de carriles-bus y carriles-bicicleta en la ciudad de París. Pero nadie le había echado en cara su condición de homosexual -'por supuesto, lo soy', había afirmado en una emisión televisada- hasta que un oscuro agresor ha venido a señalar esa condición. Le acuchilló por su orientación sexual. Y además, por ser político.

El alcalde de París, el pasado sábado momentos antes de ser apuñalado. En un recuadro, su agresor. PRIMER PLANO - ESCENA
El alcalde de París, el pasado sábado momentos antes de ser apuñalado. En un recuadro, su agresor. PRIMER PLANO - ESCENAEPA

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_