Esa Bruselas esquiva

Si los nacionalistas querían un avance de lo infranqueable que puede llegar a ser una Europa convertida en muro por la contaminante compañía de Batasuna y sin el aval del Gobierno central ni de su alternativa socialista, la delegación del Parlamento vasco que visitó esta semana cuatro días la capital europea tuvo una buena ocasión de comprobarlo. Les cancelaron todas las visitas previstas con representantes institucionales comunitarios, con excusas de cortesía y, en algún caso, incluso sin ellas, y sufrieron incluso desaires indisimulados y a la vista de toda una comisión parlamentaria europea.

El boicot inducido por el PP, reivindicado abiertamente por el presidente de su grupo, Gerardo Galeote, surtió un efecto demoledor. También Rosa Díez puso en antecedentes sobre la ausencia de su partido por la presencia de Batasuna a las personalidades que la delegación pretendía ver.

A la visita le perjudicó la propuesta de estatus de libre asociación con España recién hecha por el lehendakari, porque suscitó el temor de que la delegación, compuesta ya sólo por nacionalistas, aprovechara el viaje para promocionarla. Sus integrantes fueron, sin embargo, estrictos en eso: sólo hablaron sobre la Convención, sobre todo planteando preguntas y escuchando, e incluso cuando algún periodista quiso verles para hablar de la situación vasca le recibieron por separado, en su hotel y durante el tiempo libre de la visita.

En todo caso, ésta es la crónica de cuatro días de peripecia por las instituciones comunitarias -en realidad sólo lograron acceder al Parlamento Europeo- de los cuatro diputados de PNV, EA y Batasuna a los que quedó reducida la representación de la Cámara autonómica, tras apearse de ella el PP, el PSE e IU.

El grupo, compuesto por el presidente de la Comisión de Asuntos Europeos, Xabier Ormaetxea (PNV), una letrada de la Cámara y los parlamentarios Luke Uribe-Etxeberria (PNV), Gorka Knörr (EA) y Joseba Álvarez, del grupo de Batasuna, llegó a Bruselas el lunes 30 de septiembre con un programa que incluía entrevistas con el vicepresidente de la Convención Europea, Jean-Luc Deahene, en la sede del Consejo de Ministros de la Unión; con el Director General para la Ampliación, Eneko Landaburu, en la Comisión Europea, y con el presidente de la Comisión Constitucional del Parlamento Europeo y autor de un informe que lleva su nombre, Giorgio Napolitano, sobre el papel de las regiones en la construcción europea. Los tres anularon las entrevistas, tras saber que de los seis grupos anunciados por carta, sólo acudían tres y uno de ellos era Batasuna.

Haber conocido este cambio por terceras personas, y no por los propios peticionarios, molestó en extremo, por ejemplo, a Napolitano, quien recordó que 'recibí una carta hace diez días, pero después no me informaron de que la delegación había cambiado y no era tan representativa. Sabemos además cuál es la situación en España con respecto a Batasuna y nunca vamos a interferir en algo así'.

Desaire en público

El enfado de Napolitano tuvo una expresión de desaire en público, añadida a la cancelación del encuentro: al inicio de la reunión de la Comisión Constitucional, a la que asistía la delegación, omitió mencionar su presencia y saludarla, como es costumbre. El vicepresidente de la Convención, Jean-Luc Dehaene, comunicó ya el viernes 27 por correo electrónico a Uribe Etxeberria que la cita no se celebraría, pero ésta se mantuvo en el programa facilitado el lunes al inicio del viaje. El diputado vasco aseguró no haber leído su correo. Dehaene adujo 'una reunión imprevista'.

Tampoco el 'encuentro informal con eurodiputados' , convocado 'en la cafetería al lado del hemiciclo', fue un éxito: sólo el representante de Batasuna, Koldo Gorostiaga y el del Bloque Nacionalista Galego, Camilo Nogueira, departieron con los parlamentarios vascos. Hasta la rueda de prensa prevista en el Parlamento debió ser suprimida y trasladada a la delegación del Gobierno vasco. La oficina de Los Verdes-Alianza Libre Europea consideró arriesgado el acto, dadas las circunstancias y, sobre todo, la presencia de Batasuna.