Un asesino en serie mata a cinco personas en un radio de 7 kilómetros en EE UU

Cientos de policías buscan a un asesino en serie que ha matado a cinco personas en 17 horas en un radio de 7 kilómetros. El autor de los crímenes usó un rifle de alta precisión; todas las víctimas murieron de un solo disparo realizado a distancia. No hay pistas sobre el homicida ni ninguna característica común entre las víctimas. Los asesinatos han creado el pánico en el condado de Montgomery, una zona residencial de Washington.

La policía está convencida de que los cinco crímenes fueron cometidos por una misma persona provista de un rifle de caza o de asalto. Las balas -una para cada crimen- son del calibre que se emplea en rifles de alta velocidad.

Los asesinatos en serie comenzaron el pasado miércoles a las seis de la tarde. Un hombre de 55 años murió de un disparo en la cabeza, cuando salía de hacer la compra en un supermercado. A las ocho de la mañana del jueves, una mujer de 55 años cayó abatida de la misma manera mientras cortaba el césped. Media hora después, a un kilómetro de distancia, un taxista murió de un balazo mientras echaba gasolina en su coche. A los pocos minutos, una mujer de 34 años murió de un disparo mientras estaba sentada en un banco. A las diez de la mañana, otra mujer de 25 años que limpiaba su coche en una gasolinera fue asesinada de un disparo, efectuado también a larga distancia.

Para entonces, la policía ya había determinado que los crímenes eran demasiado parecidos. Se lanzaron inmediatamente avisos públicos en busca de colaboración ciudadana y se alertó a los colegios para que todos los alumnos permanecieran en todo momento en el interior de los edificios. La medida seguía vigente ayer. La policía ofrece 50.000 dólares de recompensa a quien pueda facilitar alguna pista sobre los asesinatos.

Una furgoneta blanca

Al ser crímenes cometidos a larga distancia, apenas existen testigos. Alguien creyó haber visto cómo dos personas se alejaban en una furgoneta blanca, lo que ha convertido las carreteras de la capital de Estados Unidos en una sucesión de furgonetas blancas paradas por la policía en el arcén.

Todos los homicidios se cometieron a la luz del día. La policía asegura que ninguna de las víctimas había sufrido robos y que no había aparentemente ninguna base racista en los asesinatos. Entre las víctimas hay dos hispanos y un indio. 'No parece que las víctimas sean enemigas de alguien en particular. Creemos que fueron escogidas al azar', aseguró Charles Moose, el jefe de policía del condado, para quien el asesino parece tener 'gran destreza y puntería' en el manejo de armas a larga distancia.

Un teléfono habilitado para la investigación recibió 200 llamadas de personas que aportaban informaciones, pero ninguna de ellas ha demostrado ser relevante. La policía del condado -dentro del Estado de Mayland, pero en el que residen muchas de las personas que trabajan en la vecina Washington- cuenta con la ayuda del servicio secreto y del FBI.