El catedrático de Botánica de Málaga se opone a la construcción del centro ruso
Baltasar Cabezudo, catedrático de Botánica de Málaga, está en contra de la construcción del centro residencial, deportivo y religioso que varias organizaciones sin ánimo de lucro rusas proyectan en el monte de San Antón de la ciudad. El profesor Cabezudo -y su 'gran solvencia científica'- ha sido citado impropiamente por el concejal de Urbanismo de Málaga como director de un informe redactado por dos becarios de su Departamento. Ese estudio figura en el expediente municipal como argumento sustancial para la recalificación del terreno rústico protegido en el que se pretende construir el complejo.
El catedrático opina que 'este monte debería ser declarado monumento natural o estar incluido dentro del Parque natural Montes de Málaga'. Cabezudo avala el trabajo realizado por los miembros de su departamento, que no encontraron muestras en esta parcela de un helecho en vías de extinción. El informe fue encargado 'de un día para otro' por una consultora privada, 'que pagó por él 180 euros'. Con el argumento estadístico de que las dos poblaciones del helecho estudiadas eran de la subespecie Consentinia vellea, que no está amenazada, el expediente administrativo municipal dejó abierta la puerta para una inversión de 30 millones de euros.
'Desde el punto de vista estadístico, es significativo el resultado del estudio, pero nunca se puede estar seguro de que allí no existe una especie amenazada, que puede ser el helecho Consentinia bivalens, pero también la leguminosa Cytius malacitanus-moleroi, que es una retama, o el camaleón, que también está protegido y se da en esta zona', agrega el profesor. Cabezudo propone que dada la dificultad para diferenciar los dos tipos de helecho, 'se proteja globalmente toda la especie; en todo caso, el monte de San Antón es un hito paisajístico, geológico y florístico que necesita urgentemente ser protegido, independientemente de que exista alguna especie legalmente amenazada'. Esta argumentación acaba con la coartada científica de la recalificación llevada a cabo por el Ayuntamiento el pasado viernes.
Cabezudo, que es presidente del Parque Natural de la Sierra de las Nieves, amplia esta filosofía a todo el litoral andaluz: 'hace falta una planificación ambiental y los estudios sobre las especies que hay en cada zona deberían estar ya hechos'. Pero insiste en que 'hay que proteger espacios, no especies' y que uno de esos espacios a preservar es el monte que se pretende recalificar para este proyecto.
Sobre este asunto se pronunció ayer en Málaga la consejera de Obras Públicas, Concepción Gutiérrez: 'El centro hispano ruso es un mal negocio para los malagueños, porque la ciudad tendrá que terminar pagando los servicios y las infraestructuras que generará un proyecto que se realizaría en una zona no urbanizable'. La recalificación ha sido recurrida por la oposición municipal y la Junta, que reivindica que tiene la competencia exclusiva sobre la calificación del suelo, estudia anular este proyecto, 'que se debería haber planteado en un suelo urbanizable', dijo Gutiérrez.
Curiosamente los promotores rusos se plantearon esta polémica iniciativa 'para resolver el gran problema de crisis de imagen que Rusia tenía en España', según el abogado Luis Merino, ex alcalde de Málaga y autor 'de la estructura jurídica', que se ha aplicado para la recalificación urbanística. Merino empezó a trabajar en este proyecto en 1999, por encargo del ciudadano ruso Vladimir Beniachvili. Afirma que tuvo contacto con responsables de la sociedad deportiva Dinamo, los sindicatos de Moscú y una asociación de amigos de España. El abogado y dirigente provincial del PP, estuvo en Rusia, en donde fue recibido por un viceministro de Exteriores. Desde su despacho de Málaga recuerda haber conversado del proyecto, por teléfono, 'con el ministro de Exteriores, Igor S. Ivanov'.
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