Una bomba mata a un estadounidense en Filipinas

Un soldado estadounidense y otro filipino murieron ayer por la explosión de una bomba de fabricación casera cerca de un cuartel militar de la ciudad filipina de Zamboanga, unos 890 kilómetros al sur de Manila. La detonación, registrada en un bar frecuentado por militares, causó además 21 heridos, entre ellos un soldado estadounidense, en estado muy grave.

'Todavía no tenemos sospechosos, es demasiado pronto', dijo el ministro filipino de Defensa, Angelo Reyes, en la cadena de televisión GMA. Por su parte, el coronel Alexander Yapching aseguró que se trataba de un ataque terrorista. 'No estamos seguros todavía, pero definitivamente creemos que es un atentado terrorista', señaló. La policía de Zamboanga informó de que hasta el momento ninguno de los grupos rebeldes de Mindanao se ha responsabilizado de la explosión, que causó daños en los edificios y vehículos de la zona. El artefacto explosivo estaba colocado en una moto con sidecar, informó el ministro de Defensa.

EE UU desplegó un millar de soldados en el sur de Filipinas entre los meses de enero y junio pasados para participar en unas maniobras con el Ejército filipino destinadas a luchar contra Abu Sayyaf, un grupo islámico que Washington y Manila han vinculado con la red terrorista Al Qaeda. Fuentes oficiales de EE UU confirmaron ayer la muerte del soldado estadounidense y señalaron que en la actualidad hay 270 soldados de EE UU en Filipinas. Washington no informó acerca de dónde se encuentran desplegadas sus tropas, pero se cree que un pequeño grupo de soldados de élite se encuentra en el sur del país, apoyando al Ejército filipino en la lucha contra la guerrilla de Abu Sayyaf.

El ministro filipino de Defensa explicó, sin embargo, que las víctimas estadounidenses forman parte de los militares que permanecen en el país para acometer obras sociales y de infraestructuras.