Cinco españoles entre las 700 víctimas del naufragio de un 'ferry' en Gambia
El barco sólo tenía capacidad para 550 personas y cubría una ruta clave para atravesar Senegal
La Embajada española en Dakar confirmó ayer que cinco turistas españoles se encuentran entre los desaparecidos del naufragio de un transbordador ocurrido en la noche del jueves frente a la costa de Gambia. El accidente es el más grave de la historia de Senegal, con 796 personas a bordo. Hasta la noche de ayer, sólo se habían contabilizado 60 supervivientes. Las cifras de cadáveres recuperados del agua aumentaron hora tras hora hasta 260. Tres barcos de la zona participaban en las labores de rescate, aunque las esperanzas de encontrar más supervivientes se reducen tras casi dos días en el mar.
Los desaparecidos en el naufragio eran Margarita Jiménez Salvador y sus dos hijos, Jorge y Laura Díez de Loranca. La familia estaba haciendo turismo y procedía de Madrid. El pasado viernes, sus familiares confirmaron la presencia de estas tres personas en el barco. La ausencia de una lista de pasajeros formal está dificultando la identificación de las 796 que, según confirmó una empleada de la propia línea marítima, iban a bordo.
Además de esta familia, está confirmada la presencia en el barco de otros dos españoles que han sido dados por desaparecidos, aunque no se ha facilitado su identidad. Una empleada de la propia línea marítima aseguró a este periódico: 'Hay dos españoles más, pero no hemos podido confirmar que realmente subieran al barco'.
Los trabajos de salvamento continuaron durante todo el día de ayer alrededor del barco y en su interior, ya que no estaba hundido por completo. El número de fallecidos confirmados era de 200 en la tade de ayer.
Entre los ciudadanos europeos hay confirmados dos desaparecidos de origen suizo y al menos diez franceses. Según varios testigos, todo sucedió muy deprisa. Soplaba un viento fuerte y llovía. 'El barco se dio la vuelta en apenas cinco minutos', relató una mujer a la agencia Reuters. El presidente senegalés, Abdoulaye Wade, declaró que el barco no drenó agua con la suficiente rapidez y que era 'demasiado alto y demasiado lento'. El barco, además, estaba preparado para transportar un máximo de 550 personas y en el momento de la tragedia llevaba a casi 800. El presidente añadió que 'es un barco diseñado para lagos, no para el mar'.
En el buque Le Joola, según relató el embajador español en Senegal, Jacobo González Arnao Campos, 'principalmente viajan ciudadanos senegaleses. Cubre una ruta entre el norte del país, Dakar, y el sur, en la región de Casamance, superando Gambia, que queda en el medio'. El barco Le Joola, con capacidad para mercancías y vehículos, cubre así una importante ruta comercial 'porque asegura la unión entre las dos partes del país' con dos viajes por semana de ida y otros dos de vuelta con centenares de pasajeros. Muchos de ellos eran estudiantes que se dirigían a la capital con motivo del inicio del curso.
El barco había vuelto a funcionar hace dos semanas, después de haber estado más de un año en reparación en Hamburgo, Alemania, donde le cambiaron el motor.
Los barcos de la región de Casamance son uno de los principales logros en el sector del transporte en Senegal. Es el medio favorito de todos los comerciantes que prefieren evitar la frontera con Gambia, que hay que atravesar para cruzar Senegal. 'El trayecto en barco es bastante más cómodo que por el interior', afirma el embajador español en Dakar.
La región de Casamance, una de las más ricas de Senegal, está prácticamente aislada del resto del país si no es por barco. En el caso de Le Joola se trata de una línea gestionada por una compañía privada, pero cuya seguridad corre a cargo del Ejército senegalés. Sale de Dakar los martes y los sábados por la tarde, y de Ziguinchor, los domingos y jueves por la mañana. El barco había partido el jueves a mediodía y tenía prevista su llegada a las seis de la mañana del viernes a Dakar.
La demanda de este servicio para cruzar Senegal es tan grande que recientemente otra empresa privada, con dinero liberiano y gambiano, ha puesto un barco con el mismo trayecto, al que ha bautizado La Reina de África.
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