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La sanidad pública detecta 320 malos tratos a niños al año, un tercio de ellos por abuso sexual

Los hospitales y ambulatorios avisaron al Instituto del Menor de 954 casos entre 1999 y 2001

Oriol Güell

Un menor de siete años que llega al hospital después de un supuesto accidente doméstico o de juegos, pero tras cuyas heridas los médicos sospechan que hay un episodio de maltrato. Éste es el perfil que domina entre los 954 casos detectados entre 1999 y 2001 por la red sanitaria pública y comunicados al Instituto del Menor, dependiente de la Consejería de Servicios Sociales. Las agresiones a niños alcanzan a todas las edades e incluyen todo tipo de maltratos: abusos sexuales, agresiones físicas, maltrato emocional y negligencias graves (casi siempre abandono).

El caso de un menor que llega al hospital tras una brutal paliza o con evidencias de abusos sexuales sufridos en el hogar es puesto de inmediato en conocimiento del juez de guardia por el personal sanitario. La custodia sobre el menor les será retirada a los padres y la tutela pasará a la Consejería de Servicios Sociales.

'La mayoría de los episodios de malos tratos a menores son difíciles de confirmar'. 'Los indicios pueden levantar sospechas, pero no confirman el maltrato. Judicializar estos casos desde el primer momento puede ser contraproducente para el propio menor. Lo importante es activar entonces los servicios sociales, seguir el caso, y, si se confirma el maltrato, intervenir para proteger al menor', explica Jooaquín Esteban, coordinador técnico del Programa de Maltrato Infantil del Instituto Madrileño del Menor y la Familia.

Los hospitales, ambulatorios y servicios de emergencia tienen un papel de primer orden en la detección de los posibles casos de abusos a menores. El papel del personal sanitario es aún más importante si se tienen en cuenta las recientes declaraciones del defensor del Menor, Pedro Núñez Morgades, en las que manifestó que los propios afectados o sus familias denuncian sólo una pequeña parte de los maltratos reales. Es decir, que hay una cifra negra u oculta que previsiblemente es más elevada.

El Instituto del Menor puso en marcha en 1998 un sistema para controlar, almacenar y seguir los casos de posibles maltratos detectados por el personal sanitario. Todos los centros sanitarios tienen a disposición del personal unas Hojas de notificación de maltrato y abandono. La hoja tiene tres copias: una se incluye en la historia clínica del menor, la segunda se remite a los trabajadores sociales del área y la tercera se manda al Instituto del Menor.

Formularios de notificación

'Con estas hojas ha sido posible acercarnos a la realidad del maltrato físico a menores en la región desde un punto de vista epidemiológico. Pero lo más importante ha sido promover entre el personal sanitario la necesidad de comunicar a Servicios Sociales cualquier sospecha de posibles maltratos', afirma Esteban.

Entre 1999 y 2001, el total de avisos notificados al Instituto Madrileño del Menor fue de 954. En 288 casos el maltrato fue directamente diagnosticado por los médicos a partir de los signos que presentaba el menor. En otras 666 ocasiones, los facultativos sospecharon el maltrato y pusieron el caso en conocimiento de Servicios Sociales.

'Él médico que ve a un niño con una quemadura de cigarrillo puede sospechar, pero también puede haber sido un accidente. Buscará entonces otros signos, pero es difícil que llegue a una conclusión definitiva, ya que, en general, no dispone de las herramientas ni del tiempo necesario para ello. Lo deseable es que el médico notifique entonces el caso como sospecha, aunque la experiencia nos ha enseñado que la mayoría de ellas acaban confirmándose', sostiene Juan Casado Flores, jefe de la UCI pediátrica del hospital infantil Niño Jesús.

De los 954 casos notificados, 387 corresponden a agresiones físicas, 348 a negligencias (casos de abandono o en los que los padres no ofrecen al menor las condiciones de vida mínimas y necesarias para su crecimiento), 275 fueron abusos sexuales y 228 casos de maltrato emocional (aquellos que impiden el desarrollo sano de la personalidad del menor).

La suma de los maltratos es superior a 954 porque hay 300 menores que sufrieron más de un tipo de maltrato y, por lo tanto, están incluidos dos veces en las estadísticas. Las niñas sufrieron algo más de la mitad de los maltratos: 479 por 447 de los chicos.

En 28 notificaciones no consta el sexo del menor. En los primeros años de vida, los niños padecen la mayoría de las agresiones en el hogar, mientras a medida que los menores entran en la adolescencia aumentan los maltratos a niñas, supuestamente por abusos sexuales.

Los datos del Instituto Madrileño del Menor confirman la idea de que los chicos sufren más agresiones físicas que las chicas, mientras que éstas padecen dos veces más abusos sexuales que los niños.

Los datos parecen indicar que, cuanto más pequeño es un niño, más posibilidades tiene de padecer malos tratos, aunque esto podría deberse a que 'los niños más pequeños están más controlados desde el punto de vista sanitario debido a las campañas existentes de revisiones en colegios o de vacunación. Es más fácil que un adolescente, especialmente en un hogar problemático, escape de la red pública de asistencia sanitaria', argumenta Esteban.

Según los datos del Instituto del Menor, un 30% de los maltratos sospechados por los médicos se concentra en niños de menos de 4 años. Otro 23% en niños de 4 a 7 años y un 17% en menores de de 8 a 11 años.

Un 16% de los avisos se refieren a chavales en los primeros años de la adolescencia, entre 12 y 15 años, y en sólo un 8% de casos el menor tenía más de 16 años. En 54 notificaciones no consta la edad del menor agredido.

Más avisos

Los responsables del Instituto del Menor insisten en la importancia de que todos los niveles de la red sanitaria pública, desde los grandes hospitales a las ambulancias del Samur, estén estrechamente implicados en la notificación de los casos sospechosos de malos tratos a menores.

Los hospitales son los que más casos notifican, un 44% del total. En segundo lugar están los ambulatorios, con una de cada tres notificaciones. El propio Instituto del Menor, en las consultas directas hechas a este organismo, advierte un 13% de los casos, y el Samur remitió entre 1999 y 2001 un 2% de los casos. El resto de notificaciones se distribuye entre los servicios de Salud Mental y otros centros sanitarios.

Aunque los menores sobre los que Servicios Sociales ha sido avisado son 954, las notificaciones superan el millar. 'Éstos se debe a que hemos recibido notificaciones del mismo chaval desde dos centros sanitarios', concluye Esteban.

Una hoja por una vida

Los responsables del Instituto del Menor no se cansan de repetir la importancia que tiene el hecho de que todo el personal de cualquier centro sanitario rellene la hoja de notificación de maltrato y abandono que el instituto distribuye en los centros sanitarios. La hoja divide los maltratos infantiles en cuatro categorías: maltrato físico, negligencia, maltrato emocional y abuso sexual. En el maltrato físico se incluyen las magulladuras o moratones, las quemaduras, las fracturas óseas, las lesiones viscerales, las mordeduras y las intoxicaciones forzadas. Entre las causas de negligencia se incluyen como factores a considerar la escasa higiene, las necesidades médicas no atendidas, el abandono, la explotación laboral o en el hogar y la no asistencia a la escuela. Como maltrato emocional se consideran los signos evidentes de actitudes perjudiciales para el desarrollo de la personalidad del menor, el retraso intelectual promovido por la familia y los intentos de suicidio.

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Sobre la firma

Oriol Güell
Redactor de temas sanitarios, área a la que ha dedicado la mitad de los más de 20 años que lleva en EL PAÍS. También ha formado parte del equipo de investigación del diario y escribió con Luís Montes el libro ‘El caso Leganés’. Es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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