MobilCom eliminará a un tercio de su plantilla para salir de la crisis

El operador alemán de móviles MobilCom va a despedir a más de un tercio de su plantilla, 1.850 trabajadores, para salir de los números rojos. La compañía, sumida en una fuerte crisis desde que su principal accionista, France Télécom, la abandonó, acumula una deuda de 6.900 millones de euros. MobilCom congelará sus inversiones en la telefonía móvil UMTS, aunque conservará la licencia.

La compañía germana MobilCom ha decidido afrontar la crisis que atraviesa con un fuerte ajuste laboral. El 32% de la plantilla (1.850 de los 5.000 trabajadores que la componen) abandonará la empresa próximamente. Los despidos se realizarán mediante un plan social que aún tiene que ser negociado con el comité de empresa, según precisó ayer la compañía.

Con esta medida, MobilCom espera hallar la rentabilidad perdida y ahorrar 130 millones de euros anuales. En los últimos años, MobilCom ha acumulado una deuda que asciende a 6.900 millones de euros. Su principal accionista, el operador público francés France Télécom, decidió no financiar más a su filial germana el pasado 12 de septiembre, lo que desató las iras del Gobierno alemán, que aprobó un crédito de 400 millones de euros para reflotar la compañía. Esta partida, que evitó la quiebra a la que se encaminaba el operador, aún está pendiente de recibir el visto bueno por parte de la Comisión Europea.

El UMTS, 'congelado'

Ante la crítica situación que atraviesa, la compañía ha decidido también congelar sus inversiones en telefonía móvil de tercera generación UMTS, que permitirá acceder a Intenet a través del móvil con un sistema de gran velocidad. Aunque no invierta de momento, MobilCom conservará la licencia obtenida para desarrollar esta tecnología en Alemania, por la que pagó el elevado precio de 8.000 millones de euros hace dos años.

La Bolsa acogió ayer la noticia de los despidos con una ganancia del 4,83% en los títulos de la operadora, que cotizan en el mercado de Francfort. La evolución de las acciones en el último mes ha provocado a la compañía pérdidas de casi el 60% de su valor bursátil.

Por el momento, y a falta de un dictamen definitivo de Bruselas, el presidente de la compañía, Thorsten Grenz, asegura estar buscando otra solución financiera para la empresa que no comporte ayuda pública. Los bancos públicos alemanes estudian la situación del operador para concederle un eventual crédito. La compañía ha recibido ya 50 millones de euros de forma urgente, para los que el Estado alemán ha aportado su garantía.

No obstante, la compañía está lejos de tener solucionado el pago de los 4.700 millones de euros que debe a esos bancos alemanes. Los acreedores de la operadora le han concedido de momento una moratoria de créditos por valor de 6.900 millones de euros que vencían a final de septiembre, según confirmó ayer MobilCom.