Los 1.045 euros que nunca llegaron
M. G. estudiaba 1º de bachillerato el curso pasado en un instituto asturiano. Su padre, que es el sustentador principal de la familia, figura en la convocatoria de su beca como 'obrero sin especialización'. A mediados del curso pasado le comunicaron que, aparte de la beca general, le habían concedido otras dos ayudas que había solicitado en los primeros meses del curso, la compensatoria, por la que le iban a dar 1.045 euros, y la de material didáctico, de 114 euros.
Esta alumna es hija única y la renta de su familia no supera los 6.300 euros al año, un requisito correcto para poder pedir una beca compensatoria. Sin embargo, aunque la Consejería de Educación de Asturias procesó esta solicitud a principios de este año, la tuvo que anular en el mes de abril, tras recibir una carta del Ministerio de Educación en la que se anulaban estas becas para 'los solicitantes de nueva adjudicación', es decir, los que empezaban el primer curso de bachillerato, FP o de la Universidad.
Para esta familia, la beca compensatoria supone una ayuda que representa más del 16% de sus ingresos anuales. En abril les comunicaron que les habían denegado la beca, a pesar de cumplir los requisitos. Sólo les dieron 114 euros para ayudarles a pagar los libros.
