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LA SITUACIÓN EN EL PAÍS VASCO

El Gobierno afirma que a los terroristas sólo les espera la cárcel o ser "víctimas de su brutalidad"

Una multitud abarrota la iglesia y las calles aledañas para despedir al cabo asesinado por ETA

El ministro del Interior, Ángel Acebes, aseguró ayer, tras imponer en la Pamplona la Cruz de Oro al Mérito de la Guardia Civil al cabo de la Guardia Civil asesinado el martes en Leitza (Navarra), que la cárcel es 'el fin que les espera a todos los terroristas, cuando no que se produzca su propia muerte a consecuencia de ser víctimas de su propia brutalidad y criminalidad'. El agente Juan Carlos Beiro, de 32 años y padre de dos hijos, fue despedido ayer por una multitud en Sama de Langreo, cuyos vecinos abarrotaron la iglesia y las calles aledañas. Los principales dirigentes políticos españoles acudieron al entierro.

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Acebes acudió a la capilla ardiente en la Comandancia de la Guardia Civil en Pamplona. Después se desplazó a Leitza, donde fue testigo de la actitud indolente frente al crimen de los vecinos de un municipio donde Batasuna tiene mayoría absoluta. Finalmente, viajó a Sama de Langreo (Asturias), donde el agente asesinado fue enterrado por la tarde.

Al sepelio en el municipio asturiano, oficiadas por el arzobispo de Oviedo, Carlos Osoro, asistieron el presidente del Gobierno, José María Aznar; el líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero; los ministros Acebes y Javier Arenas; el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares; el secretario de Estado para la seguridad, Ignacio Astarloa; los directores de la Guardia Civil y del Cuerpo Nacional de Policía, entre otras autoridades, incluidos dos consejeros del Ejecutivo vasco: Joseba Azkarraga y Gonzalo Sáenz de Samaniego.

En Sama de Langreo, donde ondeaban las banderas a media asta, una multitud abarrotó la iglesia y las calles adyacentes y recibieron con aplausos y vivas a la Guardia Civil el féretro de Juan Carlos Beiro. El arzobispo Osoro aseguró que el terrorismo 'ha mostrado otra vez más su rostro frío y despiadado de crueldad y horror'. El Ayuntamiento de Sama de Langreo decretó dos días de luto oficial y se celebraron concentraciones de repulsa en Oviedo, Gijón y otras localidades asturianas.

Las concentraciones realizadas en Euskadi y Navarra fueron secundadas por un número reducido de ciudadanos. En Leitza, donde fue asesinado el cabo, con 3.000 vecinos, no hubo ni 50 personas.

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En la Universidad de Deusto, los participantes en la apertura del curso guardaron silencio ante la fachada de la Universidad. Estas concentraciones se produjeron en muchas localidades, aunque con participación muy inferior a las posteriores a otros atentados.

El Ayuntamiento de Leitza, presidido por el alcalde, Tomás Azpíroz (Batasuna), convocó la tarde del martes una reunión. A ella acudieron los concejales de Batasuna (6), EA (3) y UPN (2). Los radicales se negaron a incluir la condena del crimen en un esbozo de acuerdo que no fructificó. No se convocó ningún pleno municipal.

Por su parte, ¡Basta Ya! ha convocado para el día 28 en el frontón Atano III de San Sebastián un acto 'en defensa de la libertad y en solidaridad con los cargos públicos constitucionalistas'.

Ayer se produjeron quemas de autobuses, cruces de contenedores y pintadas en favor de ETA en varios municipios vascos.

José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero, Ángel Acebes, Javier Arenas e Ignacio Astarloa (con el teléfono), ayer en Sama de Langreo. ESCENA
José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero, Ángel Acebes, Javier Arenas e Ignacio Astarloa (con el teléfono), ayer en Sama de Langreo. ESCENAEFE
Sólo <B>50 de los 3.000 habitantes de Leitza</B> se concentraron para condenar el asesinato del guardia civil Juan Carlos Beiro. VISTA AÉREA - ESCENA
Sólo 50 de los 3.000 habitantes de Leitza se concentraron para condenar el asesinato del guardia civil Juan Carlos Beiro. VISTA AÉREA - ESCENAASSOCIATED PRESS

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