España congela sus exportaciones de armas a Marruecos
El Gobierno de Rabat fue el tercer cliente de la industria española de defensa en 2001
Desde la crisis del islote Perejil, en julio pasado, el Gobierno no ha autorizado ninguna operación de venta de armas a Marruecos, según aseguró ayer en el Congreso el secretario general de Comercio Exterior, Francisco Utrera. Y no ha sido por falta de interés de las empresas españolas. 'Hay alguna licencia presentada' para que la apruebe el Gobierno, reveló, 'que será objeto de análisis pormenorizado'.
En 2001, Marruecos fue el tercer cliente de la industria militar española, con compras por valor de 28,3 millones de euros, por detrás del Reino Unido y Portugal. Utrera matizó, no obstante, ante la Comisión de Defensa del Congreso, que se trató, en su totalidad, de 'vehículos de transporte no blindados y no armados', aunque de uso militar.
El anuncio de que este año no se ha autorizado ninguna exportación de material de defensa a Marruecos supone un embargo de hecho. Aunque el alto cargo de Comercio dijo que los criterios para aprobar estas operaciones y el rigor con que se aplican son los mismos, admitió que 'las circunstancias han cambiado a partir de la crisis de Perejil'.
De hecho, el Ministerio de Economía difundió ayer una nota en la que calificaba a Marruecos, junto con Israel e Irak, de 'destinos muy sensibles en la actualidad'. Respecto a Israel, aseguraba que España 'ha sido enormemente escrupulosa' con las ventas de armas 'desde enero de 2001 [la Segunda Intifada comenzó en septiembre de 2000] adelantándose a la mayoría de los países de la UE en el establecimiento de restricciones en las exportaciones a este destino'. Las estadísticas oficiales reflejan que España vendió armas a Israel por 487.000 euros en 2001, lo que supone una reducción del 90% respecto al año anterior.
Esta partida correspondería, según Economía, a armas deportivas y a 'culotes de proyectil que se enviaron como una exportación temporal a dicho país para su reparación y soldadura'.
'No se ha exportado [a Israel] ningún armamento ni equipo que pudiesen atentar contra la integridad física de las personas o pudiesen ser empleados en la represión interna o como material antidisturbios', añadía la nota.
Por vez primera, la información facilitada al Congreso incluye no sólo el valor de las armas vendidas a cada país, sino una indicación del tipo de producto. Aunque en la mayoría de los casos se trata de una clasificación muy genérica -misiles, aviones de combate, buques y camiones se engloban en una única categoría-, sí permite saber, por ejemplo, que los 26,2 millones de euros vendidos a Arabia Saudí corresponden en su totalidad a armas ligeras (lanzagranadas, ametralladoras pesadas o morteros). Las ventas a países de Oriente Medio y Sudeste Asiático (Kuwait, Egipto, Filipinas, Sri Lanka, Malaisia) se componen fundamentalmente de armas y municiones, mientras que las piezas de aeronaves y combustibles militares constituyen el grueso de las ventas a países europeos y a Estados Unidos.
Utrera explicó en el Congreso que el año 2001 se produjo 'un crecimiento importante' de las exportaciones de armas españoles, de 93 millones de euros en términos absolutos y del 67% en porcentaje, lo que atribuyó en buena parte a la participación en el programa del avión de combate europeo EF-2000.
Por el contrario, las exportaciones de material de doble uso (civil y militar) se redujeron drásticamente, con una caída del 76,4% en 2001 (234,3 millones de euros), lo que se explica por el cierre de la filial en España de una multinacional que vendía circuitos electrónicos a Singapur y Tailandia.
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