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Reportaje:

Un trasplante contra el fanatismo

El riñón de un judío muerto en un atentado suicida salva a una niña palestina

'El principio de salvar una vida es uno de los grandes valores del judaísmo en los que se basa el Estado de Israel'. Quien así hablaba es Ari Jesner, hermano mayor de Yoni Jesner, un joven escocés de 19 años que el pasado jueves perdía la vida en Tel Aviv como consecuencia de un atentado suicida palestino en el que morían otras cinco personas. Pocas horas después de la muerte de Jesner, su familia donaba su riñón para que fuera trasplantado a Yasmin Abu Ramila, una niña palestina de siete años que vive en Ramala.

Yoni Jesner y Yasmin Abu Ramila crecieron en mundos muy distintos. Separados por la religión y miles de millas de distancia tuvieron infancias muy diferentes. Pero la tragedia en la que vive inmerso Oriente Próximo ha querido que sus vidas se juntaran. Hasta su muerte por la acción suicida de un terrorista palestino en la ciudad de Tel Aviv, Yoni Jesner era un brillante estudiante judío de Glasgow que había vivido una existencia privilegiada en un barrio residencial de esa ciudad escocesa, según informaba ayer el diario The Scotsman. Jesner se encontraba en Israel para un periodo de dos años sabáticos dedicados a estudiar religión en la Universidad Yeshivat Har Etzion antes de emprender sus estudios de medicina en el King's College de Londres.

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Una Ramala destrozada por la guerra entre árabes e israelíes fue la cuna de la pequeña Yasmin. A sus siete años hacía ya más de dos que sufría de fallos constantes de riñón debido a problemas genéticos. Un doctor del hospital Schneider para niños en la ciudad de Petah Tikva (cerca de Tel Aviv), donde le fue realizado el trasplante a la niña, aseguró a la agencia Reuters que, 'sin duda, el trasplante ha salvado la vida de Yasmin'.

'La gente puede reservarse el derecho de a quién donan un órgano, especialmente cuando se trata de un atentado terrorista, pero en ningún momento éste fue el caso', dijo Tamar Ashkenazi, director general de la Organización Israelí de Trasplantes. 'Esa familia sólo pensaba en salvar una vida', recalcó Ashkenazi, en referencia a la familia de Yoni Jesner.

Los médicos del hospital Schneider aseguraron el pasado domingo que Yasmin se encontraba estable tras la delicada operación, pero que había que ser prudentes y esperar un tiempo.

'Lo único importante es que se ha salvado la vida de un ser humano. Estamos orgullosos y felices de que la memoria de Yoni siga viva de alguna manera', relató Ari Jesner al diario escocés. 'Ésta es la manera en que Yoni hubiera querido que se hicieran las cosas', puntualizó.

Otro hermano mayor del joven Yoni, Jared, habló durante el funeral del inquebrantable sentido humanitario de su hermano asesinado en Tel Aviv. 'Incluso cuando era muy pequeño, Yoni siempre nos mostraba el buen camino . Casi con certeza él ha hecho más cosas buenas en sus cortos 19 años de las que yo he alcanzado a hacer en toda mi vida'.

La familia de Yasmin vive en Aqab, un pueblo entre Ramala y Jerusalén este. Cuando les informaron de que un riñón estaba preparado para ser trasplantado tuvieron serios problemas para abandonar Ramala y alcanzar el hospital cercano a Tel Aviv. Farouk, abuelo de la pequeña palestina, se quejó de que las autoridades israelíes prácticamente negaron a su familia el permiso para viajar al hospital debido al toque de queda bajo el que viven sometidos.

La joven madre de Yasmin, Dina Abu Rimila, no sabía cómo agradecer la noche del domingo su gratitud a la familia de Yoni. 'No sé cómo darles las gracias a la familia de la víctima del ataque. Tanto yo como mi familia sentimos el dolor que sienten y les agradecemos la donación, que ha salvado la vida de mi hija'.

Según informaba ayer The Scotsman, Yoni Jesner era un apasionado de Israel. 'Manejaba el problema del terrorismo con la normalidad a la que están obligados a hacerlo todos los israelíes. Es algo de lo que ninguno podemos escapar. Quería convertirse en médico para salvar vidas. Tenía muchas promesas por cumplir y mucho más que dar', contó su hermano Jared al rotativo.

Yasmin, acompañada de su madre, en el hospital donde le fue trasplantado un riñón donado por la familia de Yoni Jesner (foto superior).
Yasmin, acompañada de su madre, en el hospital donde le fue trasplantado un riñón donado por la familia de Yoni Jesner (foto superior).AP

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