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Un joven ebrio rompe la mano izquierda de la Cibeles y se la lleva

La Policía Municipal tiene localizado el coche en el que huyó el causante del destrozo

F. Javier Barroso

La escultura de la Cibeles luce manca desde la madrugada del pasado sábado. Esa mañana, un joven se bajó de un coche pequeño, se quitó la ropa e intentó subirse a la cabeza de la diosa, pero en su intento se apoyó en la mano izquierda -en la que empuña la llave de la ciudad- y la partió. El joven, lejos de dejar la parte fracturada del monumento, se bajó de la escultura y se llevó consigo la mano y la llave, huyendo en un vehículo con otros amigos, según publicó ayer El Mundo. La Policía Municipal tiene localizado el coche y espera detener en breve al causante de este atentado contra el patrimonio en las próximas horas, según fuentes del cuerpo.

Sobre las 5.30 del sábado, pararon junto a la escultura dos coches: un Seat Marbella blanco y otro turismo de color oscuro. De ambos vehículos se bajaron nueve jóvenes que se desnudaron y se metieron dentro de la fuente. Dos de ellos, con evidentes síntomas de embriaguez, decidieron subirse a la cabeza de la diosa. En aquel momento no había ningún coche de policía por las inmediaciones, ni las personas que esperaban en las paradas de los autobuses búhos recriminaron la actitud de los bañistas. El peso de uno de ellos hizo que se rompiera la mano izquierda de la estatuta, tallada en piedra de Colmenar Viejo. Los jóvenes, lejos de asustarse, recogieron la mano (pesa unos seis kilos) y, tras vestirse, se marcharon.

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La policía consiguió, gracias a un testigo, la matrícula de uno de los vehículos utilizados por los jóvenes. El testigo señaló en un primer momento que era un Renault Clío. Sin embargo, al comprobar la placa, los agentes supieron que se trataba de un Seat Marbella, cuya propietaria fue interrogada ayer por la Policía Municipal. También fue entrevistada la persona que vio todo lo ocurrido.

'Estamos convencidos de que son jóvenes que iban borrachos y que no se dieron cuenta de la gamberrada tan seria que estaban cometiendo. Seguro que no querían romperla. Esperamos que se produzcan detenciones en breve, ya que la propietaria del coche está localizada', explicaron fuentes de la Policía Municipal. Los agentes desconfían de que la mano rota pueda ser recuperada. Un portavoz de la Jefatura Superior de Policía señaló ayer que el 091 recibió una llamada que alertaba de la agresión a la Cibeles. 'Al ser un caso de gamberrismo urbano, lo pasamos a la Policía Municipal. En la llamada nos dijeron que un grupo de jóvenes que estaba celebrando una despedida de soltero', señaló el portavoz.

El edil de Vivienda y Rehabilitación Urbana de Madrid, Sigfrido Herráez, del PP, señaló por su parte que la reparación de la Cibeles costará a las arcas municipales entre 25.000 y 30.000 euros.

El coste es tan elevado, según Herráez, porque hay que emplear piedra de Colmenar Viejo, como la del original. El Ayuntamiento dispone de moldes de toda la escultura, por lo que la reproducción será exacta al original de Ventura Rodríguez. 'Dudo mucho de que la mano que se llevara el que la rompió fuera la que hizo el autor, ya que nos consta que fue otras dos veces [en 1931 y en 1994]', agregó el concejal popular. Éste rechazó el vallado de la Cibeles para protegerla, ya que, dijo, los incidentes que ha sufrido hasta ahora 'han sido esporádicos'.

Herráez tampoco es partidario de poner cámaras de videovigilancia: 'En el museo de escultura al aire libre de la Castellana [donde hay instaladas 12 cámaras] sí tiene sentido, ya que los actos vandálicos suponían un gasto anual de 300.000 euros. Pero, la Cibeles, al estar rodeada de calles, es mucho más difícil acceder a ella', explicó.

La portavoz de IU en el Ayuntamiento, Inés Sabanés, dijo que apoyaría la medida de vallar la fuente si fuera necesario para salvaguardar el monumento. Además, está a favor de que el Ayuntamiento prohíba a todo el mundo subirse a la fuente, en alusión a los jugadores del Real Madrid, que suelen celebrar allí sus éxitos.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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