Detenidos tres jóvenes acusados de romper y robar la mano izquierda de la Cibeles

La policía ha detenido esta tarde a tres jóvenes —de entre 20 y 22 años— acusados de romper y robar la mano izquierda de la escultura de la Cibeles la madrugada del pasado 22 de septiembre. Según ha podido saber ELPAIS.es, los arrestados, que han asumido la autoría de los hechos, han declarado que el incidente se produjo tras la celebración de la boda de un amigo y que ninguno sabe a dónde fue a parar el miembro amputado de la diosa.

La detención de los tres sospechosos —la policía busca a un cuarto—, que tienen su domicilio en La Moraleja, se produce después de que los agentes municipales identificasen, a las pocas horas de cometerse el acto vandálico, a uno de los coches en que viajaban los jóvenes. Según el relato de un testigo, la mañana del 22 de septiembre un joven se bajó de un coche pequeño, se quitó la ropa e intentó subirse a la cabeza de la diosa, pero en su intento se apoyó en la mano izquierda -en la que empuña la llave de la ciudad- y la partió. El joven, lejos de dejar la parte fracturada del monumento, se bajó de la escultura y se llevó consigo la mano y la llave, huyendo en un vehículo con otros amigos, según publicó al día siguiente El Mundo.

Sobre las 5.30 de ese sábado, pararon junto a la escultura dos coches: un Seat Marbella blanco y otro turismo de color oscuro. De ambos vehículos se bajaron nueve jóvenes que se desnudaron y se metieron dentro de la fuente. Dos de ellos, con evidentes síntomas de embriaguez, decidieron subirse a la cabeza de la diosa. En aquel momento no había ningún coche de policía por las inmediaciones, ni las personas que esperaban en las paradas de los autobuses búhos recriminaron la actitud de los bañistas. El peso de uno de ellos hizo que se rompiera la mano izquierda de la estatuta, tallada en piedra de Colmenar Viejo. Los jóvenes, lejos de asustarse, recogieron la mano (pesa unos seis kilos) y, tras vestirse, se marcharon.

Descoordinación policial

Pocas horas antes de producirse estas detenciones, la Jefatura Superior de Policía ha abierto una investigación para averiguar cómo se produjo el aviso de que unos vándalos habían arrancado el brazo de la estatua de Cibeles, hecho que Policía Municipal no conoció hasta 30 horas después y que los sindicatos de este cuerpo achacan a la descoordinación policial.

Según han informado fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Madrid, se ha abierto una "información reservada, que está en fase de investigación, para averiguar la forma en que se produjeron los hechos" que, según ha dicho hoy el alcalde José María Álvarez del Manzano, no llegaron a conocimiento de la Policía Municipal.

No obstante, fuentes municipales han asegurado que aunque no exista agente de enlace durante la noche, sí hay un teléfono entre ambos cuerpos de forma que los agentes de Policía Nacional pueden comunicar directamente un aviso a la sala de Policía Municipal, y viceversa, sin tener que llamar al 112, al 092 o al 091.