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Las calles de Castellón

Lamentablemente, el debate político, que debería buscar efectos pedagógicos sobre la ciudadanía y servir para que cada cual pudiera exponer serenamente sus ideas, suele degenerar rápidamente en bronca tabernaria. Por lo general, gracias a los esfuerzos de quienes tienen más que ocultar y que buscan conscientemente el efecto de llevar a la opinión pública la confusión necesaria para conseguir que los árboles lleguen a ocultar el bosque.

Esta ha sido la táctica del Partido Popular en la polémica planteada con motivo de la publicación del libro de Jose Luis Gimeno, Las calles de Castellón. Ante lo evidente de la realidad, han optado por discutir lo accesorio, obviar lo fundamental y detenerse en los detalles, buscando tan sólo que la oscuridad acabe difuminando los hechos. Embolica, que fa fort, se le llama a esa actitud en esta tierra. Como diría Confucio, cuando se le estaba señalando la luna, el Partido Popular, como el tonto de la anécdota, ha preferido quedarse mirando el dedo.

Es el momento, pues, de que el Grupo Municipal Socialista tenga la oportunidad de explicar su postura, en sus propias palabras y sin que nadie, más o menos interesadamente, interprete lo que dice o que suponen que dice.

Y la realidad no es otra que José Luis Gimeno, alcalde democrático de la ciudad de Castellón, ha publicado un libro bajo el patrocinio del Ayuntamiento de Castellón, con el generoso apoyo de todos los grupos políticos de la Corporación Municipal y de las personas e instituciones integrantes de la Comisión del 750º aniversario. Un libro institucional que debía conmemorar el aniversario de la fundación de la ciudad. De su ciudad. De nuestra ciudad. Y, en el libro, José Luis Gimeno, insisto, alcalde democrático de Castellón, defrauda las expectativas y abusa de la confianza de quienes pusieron en sus manos la oportunidad histórica de cerrar las conmemoraciones del 750º aniversario. Porque en ese libro alaba sistemáticamente (y no sólo en algún párrafo aislado, como ahora se pretende decir) a representantes políticos de un periodo histórico en el que se reprimieron las libertades ciudadanas; denigra reiteradamente a personajes históricos que representaron y defendieron a un sistema democrático ('partidistas' les llama despectivamente don José Luis); utiliza una visión de la historia claramente identificada con uno de los bandos que combatieron en una guerra entre hermanos que este país ha hecho esfuerzos de generosidad por olvidar; da muestras de un rencor inexplicable hacia lo que él debe considerar 'el bando contrario'; se permite el lujo, desde la alcaldía, con el dinero de todos los castellonenses y en una publicación institucional, de criticar la actuación (y el nivel cultural) de anteriores ayuntamientos democráticos e, incluso, censura obras públicas concretas que, por otra parte y en los casi doce años en que ha ocupado la alcaldía, tampoco ha hecho nada por mejorar.

Todo ello nos parecería peregrino, trasnochado y poco oportuno si el libro estuviera firmado simplemente por el ciudadano José Luis Gimeno y editado por iniciativa de una editorial privada, ante lo que no habría nada que decir. Y es que, en esta España democrática que tanto critican quienes han salido en defensa del alcalde, alabando situaciones políticas anteriores, cada ciudadano es libre de mantener y defender públicamente las ideas que quiera, incluso aquellas que respetan escasamente la libertad de los demás.

Pero quien suscribe esas opiniones no es otro que la primera autoridad municipal de esta ciudad, la persona que desde su puesto debería esforzarse por representar dignamente a todos los vecinos, independientemente de sus ideas. Pero el señor Gimeno, con las opiniones que refleja en su libro y en las que posteriormente se ha ratificado, ofende la dignidad democrática de una mayoría de los vecinos, demuestra su talante personal escasamente democrático y, a nuestro juicio, se incapacita para ser el alcalde de todos los castellonenses. Opiniones que, además y justo es reconocerlo, parecen avergonzar a su propio partido, que, por supuesto desde la ambigüedad, en ningún momento se ha atrevido a respaldarlas públicamente.

Punto. Esos son los hechos desnudos y no hay más, independientemente de las mentiras, excusas, evasivas, subterfugios, anécdotas y maniobras mediáticas que se monten en torno al tema y que sólo han pretendido desviar la atención de lo que realmente importa: las opiniones del alcalde de Castellón, don José Luis Gimeno, que figuran impresas en el libro.

Ignacio Subías Ruiz de Villa es portavoz del grupo municipal socialista y secretario general del PSPV-PSOE de Castellón

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