El Defensor del Menor investigó 400 denuncias por maltrato en 2001

Un niño de 11 años se arrojó el jueves por la ventana de su casa en Carabanchel para evitar que su madre le maltratara. El chaval, que sufrió heridas leves, quedó al cuidado de la Consejería de Servicios Sociales, que decretó su ingreso en el centro de acogida de Hortaleza y se hizo cargo de su tutela. Pedro Núñez Morgades, el defensor del Menor, ha anunciado que pedirá que se reforme el artículo 154 del Código Civil. 'Queremos evitar que los padres puedan dar un cachete a los niños y fomentar la educación desde el diálogo'. En 2001, el Defensor recibió 400 denuncias por maltrato a menores.

El Defensor del Menor hizo ayer un llamamiento para evitar que el maltrato a los niños siga aumentando, tras conocer la situación vivida por un niño de Carabanchel que se arrojó por la ventana de un segundo piso y tuvo que ser atendido de un traumatismo facial y otra herida incisa en la oreja. 'El caso de este niño de Carabanchel no es, desgraciadamente, un caso aislado. Los datos que tenemos son elocuentes. En 2001 recibimos 400 denuncias por maltrato y abusos sexuales. Es una cifra elevada, pero sabemos que la real es mucho más elevada. Lo que sucede es que es muy difícil que se produzcan denuncias', ha explicado Pedro Núñez Morgades. Los 400 casos denunciados en 2001 suponen un incremento de un 20% respecto a 2000, según las cifras facilitadas por técnicos del Defensor del Menor.

Así, una de la medidas que propone la oficina del Defensor del Menor es una 'inmediata' reforma del artículo 154 del Código Civil, que dice: '... los padres podrán corregir razonablemente y moderadamente a los hijos'. 'Lo que queremos es impedir que los padres puedan dar un cachete a los niños, como en su día se prohibió este tipo de castigo en los colegios. Hay que fomentar el diálogo y otras formas de educación'.

De uno a cuatro años

Según los datos que manejan los asesores del Defensor del Menor, el maltrato físico y psicológico en menores se produce sobre todo en edades de uno a cuatro años y el abuso a niñas, entre los 10 y los 11 años. 'Es, por tanto, muy difícil que afloren todos los casos porque los niños no denuncian. Ellos piensan que si sus padres les pegan es porque se lo merecen o simplemente no se quejan por miedo. Por tanto, es necesario hacer un llamamiento a toda la sociedad para que cuando alguien sospeche que se están produciendo situaciones de violencia a menores las denuncie. Hay muchas fórmulas. La más inmediata, si se trata de un caso urgente y especialmente grave, es avisar a la Policía Municipal; si de lo que se trata es de alertar de un posible caso de maltrato, lo mejor es acudir a los servicios sociales de los ayuntamientos, ya que tienen trabajadores sociales que saben cómo actuar'.

Núñez Morgades relaciona el aumento de la violencia a menores y los abusos sexuales con el crecimiento de la violencia doméstica. 'Los hijos de una madre maltratada son siempre niños maltratados psicológicamente y algunas veces también físicamente', ha explicado. El Defensor del Menor recordó que existe un proyecto de creación de un registro de casos de malos tratos infantiles para tener referencia de todos los casos y tomar, si fuera necesario, medidas de protección hacia los menores.

Secuelas de otros golpes

El niño de 11 años que se arrojó por la ventana de su casa en Carabanchel ha sido acogido y tutelado por la Comunidad de Madrid y desde las 21.00 del jueves se encuentra en un centro de menores de Hortaleza. Fuentes del Gobierno regional han indicado que el pequeño presentaba secuelas de otros golpes.

Los técnicos de Servicios Sociales de la Comunidad y del Ayuntamiento investigan las circunstancias en las que se produjeron los hechos y la situación familiar en la que vivía el menor. Además, el Defensor del Menor ha abierto expediente para supervisar la actuación de la Administración en este asunto, que eleva ya a 60 los casos de maltrato infantil atendidos por el Samur en la capital madrileña en lo que va de año.

Por otra parte, Núñez Morgades también está investigando el rapto de un recién nacido, el jueves, en el Hospital Severo Ochoa de Leganés, a manos de una joven de Fuenlabrada que sufre un embarazo psicológico y llevaba un año intentando ser madre.

'Hay que estudiar medidas conjuntas con las consejerías de Servicios Sociales y Sanidad para que sin alarmar ni crear molestias innecesarias a los pacientes y usuarios de los hospitales mejoren la vigilancia y los sistemas de seguridad en las entradas y salidas de estos centros y eviten que sucesos como éste se repitan'.