El Gobierno se da un margen de hasta el 6,2% para aumentar el gasto público en 2003

El Consejo de Ministros aprobó ayer los Presupuestos para 2003, los últimos completos de la actual legislatura. La rebaja del IRPF, el aumento de la inversión pública y la seguridad ciudadana son las prioridades, según aseguró el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. Por primera vez, la Administración central tiene un tope para imprevistos, lo que al Gobierno le dará un margen de hasta el 6,2% para aumentar el gasto público sobre los Presupuestos iniciales de 2002. Los ingresos aumentarán en torno al 5%, una vez descontada la cesión de impuestos a las comunidades autónomas.

Los Presupuestos para 2003 serán entregados al Congreso el próximo miércoles, para iniciar su tramitación parlamentaria hasta final de año y para su entrada en vigor en enero de 2003. Junto a las cuentas del Estado, el Consejo de Ministros aprobó la denominada Ley de Acompañamiento, que ha sido remitida al Consejo Económico y Social (CES). Cuando este organismo consultivo emita dictamen, el proyecto de ley se tramitará en paralelo a los Presupuestos.

Las grandes cifras aprobadas ayer intentan afrontar la crisis económica con unos Presupuestos 'equilibrados' en palabras del ministro de Hacienda. El objetivo es que el Estado y la Seguridad Social presenten un saldo cero, gracias al superávit que se sustenta en las cotizaciones sociales. El Estado tendrá un déficit del 0,5% del PIB, igual que el previsto para 2002 y el obtenido en 2001.

Estos Presupuestos vuelven a estar afectados por el sistema de financiación autonómica que entró en vigor en 2001, lo que hace aún más farragosas las cifras. Están basados en una previsión de crecimiento económico (3%) -con la creación de 282.400 empleos- alejada de lo que a la mayoría de los expertos le parece razonable. Y no abordan algunos problemas pendientes como la deuda de RTVE. Montoro explicó al respecto que el Gobierno aumentará la aportación al ente público en 2003, como apoyo al plan de saneamiento en marcha.

Con estas salvedades, los Presupuestos del año próximo encaran el último tramo de la legislatura, salpicado de citas electorales, con la seguridad ciudana (aumento del 7,4%), justicia (6,7%), gasto social (8,2%) e infraestructuras (8,3%) como prioridades. Habrá, además, una nueva rebaja del IRPF, cifrada en 3.000 millones de euros. En gastos de personal, la subida de sueldo prevista para los funcionarios es del 2%, aunque con un margen de un punto más 'sujeto a la negociación con los agentes sociales', explicó Montoro.

Todos estos considerables aumentos harían prácticamente inviables los Presupuestos del año próximo, si se tiene en cuenta que las perspectivas de inflación sitúan el punto de partida en el 4%. El arte de las cifras hace que, al final, el gasto del Estado crezca sólo el 4,1%, lo que sí sería compatible con la austeridad que requiere el déficit cero. Ese aumento puede llegar hasta el 6,2% si se incluye el nuevo fondo de contingencia fijado en la Ley de Estabilidad. Este remanente permitirá afrontar gastos imprevistos, que ahora se adoptan como créditos extraordinarios, ampliaciones, etcétera.

Frente a un crecimiento nominal de la economía cercano al 6%, el margen del 6,2% para elevar el gasto da cierta holgura al presupuesto. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que ese 6,2% se fija sobre los créditos iniciales de 2002, sin incluir las desviaciones que se produzcan este año. El cambio es que, hasta ahora, la discrecionalidad del Gobierno para aumentar el gasto sobre lo aprobado por el Congreso es bastante amplio. Este año, por ejemplo, habrá que abonar a los pensionistas la desviación sobre la subida inicial del 2%, que se cargará al ejercicio 2002 mediante un crédito extraordinario. En 2003 habría que usar el fondo de contingencia y, si se acaba, recortar otros gastos.

En los ingresos, las cifras presentadas ayer están afectadas por la cesión a las comunidades autónomas de parte de los grandes impuestos, y no son, por tanto, comparables. Según el ministro de Hacienda, el aumento en términos homogéneos es del 5%, aunque habrá que esperar al próximo miércoles para conocer el desglose. Además de la rebaja del IRPF, se congelarán los impuestos especiales y la mayoría de las tasas aumentará el 2%.

Baja el IVA de las compresas

En cuanto a la Ley de Acompañamiento, es la misma amalgama de años anteriores, con el agravamente de que su tamaño aumenta a medida que avanza la tramitación parlamentaria. La principal novedad es que el Gobierno accede a rebajar el IVA de productos de higiene femenina (compresas y tampones) del 16% al 7%, después de haber rechazado las propuestas de algunos grupos de la oposición en este sentido.

Además, baja el impuesto de hidrocarburos para queroseno de calefacción y para el gas licuado para vehículos; se dan ventajas fiscales a los residentes en Ceuta y Melilla (bonificación en el impuesto del patrimonio del 50% al 75%, del 50% para el impuesto de sucesiones y de transmisiones patrimoniales); baja la tasa para rifas, tómbolas y apuestas; se efectúan nuevos contratos de obra mediante la modalidad de abono total; etcétera.