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Los campos de refugiados palestinos acogen con silencio el aniversario

Sharon reitera que las acciones de resistencia palestinas son terrorismo

El campo de refugiados de Aida, 3.780 habitantes, en el corazón de Belén, acogió ayer en silencio el aniversario del atentado de Nueva York. La actitud de los vecinos de este campo no fue diferente a los de otros de Cisjordania y Gaza. Los habitantes de Yenín, Qalandia o Jan Yunes prefirieron también vivir con frialdad la conmemoración del ataque. Un silencio, que rayaba casi en amnesia se palpaba ayer también en las calles de Jerusalén Este, a la misma hora que todo el mundo recordaba ante las pantallas de televisión el ataque contra las torres de Nueva York.

Todos trataron de olvidarse de que un año antes algunos vecinos se habían lanzado a la calle para dar muestras de alegría y de apoyo por la agresión contra Estados Unidos. Nadie parecía recordar que aquellas imágenes de alegría habían dado la vuelta al mundo y provocado una tempestad política, que el Gobierno israelí dirigió hábilmente contra Yasir Arafat.

La Autoridad Nacional Palestina ayer tuvo sin embargo especial cuidado en condenar los 'graves atentados terroristas de Nueva York y Washington', al tiempo que impartía a las fuerzas de seguridad órdenes estrictas para impedir cualquier tipo de manifestación en apoyo de los ataques contra Estados Unidos. La medida no evitó que el martes, en Gaza, centenares de jóvenes, convocados por el Frente de Liberación Árabe, se manifestaran a favor de Sadam Husein y en apoyo de Irak, tras un acto en el que se entregó a los familiares de cada uno de los 36 mártires palestinos, 10.000 dólares donados por el presidente Husein.

Entre los diferentes actos celebrados en Israel en memoria del 11-S, destacó la oficiada por el primer ministro, Ariel Sharon, que contó también con la presencia del embajador de Estados Unidos, Daniel Kurzer. Después de guardar un minuto de silencio y en un emotivo discurso, Sharon se congratuló de que 'el mundo libre se vaya dando gradualmente cuenta de que no hay un terrorismo bueno y un terrorismo malo, sino que el terrorismo es un fenómeno que no conoce fronteras geográficas'. El primer ministro aprovechó para hacer una amalgama de los diferentes personajes, organizaciones y Estados que presuntamente apoyan el terrorismo y suponen una amenaza para la seguridad de Israel, extrapolándolos al resto del mundo. 'El terrorismo suicida de Bin Laden, el de Hamás, Yihad Islámica, Tanzim y Hezbolá, el orquestado por la Autoridad Palestina, el apoyo que presta Sadam Husein al terrorismo palestino, las redes terroristas dirigidas por Irán, son todos componentes inseparables del mismo eje del mal que amenaza la paz y la estabilidad en todo el mundo'. Al final de su discurso, Sharon estableció también una correlación entre el terrorismo y el desarrollo de armas de destrucción masiva, algo de lo que acusó a 'Irán, Irak, Libia y Siria'.

Varios residentes en el campo de refugiados de Sabra, en Beirut, siguen la conmemoración por televisión.
Varios residentes en el campo de refugiados de Sabra, en Beirut, siguen la conmemoración por televisión.ASSOCIATED PRESS
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