La crisis del textil se agrava con el cierre de dos nuevas plantas

La crisis del sector textil se agrava. La empresa Industrial Aragonés cerrará antes de que acabe el año sus dos plantas ubicadas en Amer (Selva) y Pineda de Mar (Maresme). Las dos plantas dan trabajo a 240 personas, según CC OO. Con el cierre de esta empresa ya son una decena las firmas del sector que han anunciado el cierre desde marzo, en su mayoría alegando una mala coyuntura internacional y el traslado de producción otros países.

El responsable del sector textil en el sindicato Comisiones Obreras de Cataluña, Salvador López señaló que la plantilla de Industrial Aragonés ha aceptado el cierre debido a la difícil situación de la compañía, informa Europa Press. La indemnización para los trabajadores será de 35 días por año trabajado con un máximo de 25 mensualidades.

El portavoz sindical destacó la 'gran aceptación' que ha habido entre los trabajadores ante la decisión de cierre, probablemente porque 'eran conscientes desde hace tiempo de la crisis que atraviesa la compañía'. La empresa fabrica prendas de baño y pijamas. El primer síntoma de esta situación se manifestó hace dos años, cuando Industrial Aragonés cerró un centro en Sant Feliu de Pallerols (Garrotxa).

Otra empresa, Hilaturas Burés, radicada en Anglès (Selva), que tiene más de 200 trabajadores ha anunciado a los trabajadores que tiene graves problemas para seguir adelante. Puigneró, la mayor empresa textil catalana, está en suspensión de pagos y atraviesa por una fase de caída de ventas. La semana pasada anunció la entrada en su capital de la empresa china Shandong Bhinzou, que ha entrado inicialmente con el 15% del capital.

Con el cierre de Industrial Aragonés, son una una decena las empresas que han cesado en su actividad en los últimos seis meses. La mayor parte de las empresas que han cerrado son pequeñas y medianas. Desde marzo han cerrado las firmas Befaca, de Mataró; Manufacturas de Punto de Barcelona; Confecciones Palau, de Santa Maria de Palautordera; Manufacturas Siltek, de Valldoreix y Confecciones Aqualata, de Igualada.

En total, la crisis del sector ha dejado sin trabajo en Cataluña a unos 700 trabajadores en los últimos seis meses.

Industrial Aragonés ha acumulado pérdidas en los últimos 10 años, según explicó López. Los malos resultados del segundo trimestre de este año, junto con la recesión que registra el consumo en España, han desencadenado su decisión de cierre de las plantas. Inicialmente, la dirección de la compañía tenía la intención de cesar su actividad en el centro de Amer, que cuenta con una plantilla de 47 trabajadores, y reducir de 194 a 110 el personal que trabaja en la planta de Pineda de Mar, pero finalmente la firma ha considerado inviable la continuidad de ambas fábricas. El dirigente de CC OO explicó que la firma cuenta también con un pequeño centro de producción en Marruecos, aunque los sindicatos ignoran si la compañía pretende cerrarlo también o continuará la actividad de esta planta.

Plan para el sector

Los sindicatos catalanes han anunciado que pedirán a la Generalitat un plan para este sector en Cataluña, ya que 'lo que nos preocupa no es el cierre de esta planta [por la de Aragonés], sino la difícil situación de todo el textil en general'.

La patronal del sector, el Consejo Intertextil, tiene previsto celebrar hoy en Barcelona su asamblea anual bajo la presidencia de Juan Canals. La patronal explicará la situación del sector y las perspectivas para este año y el próximo. La patronal ya preveía hace unos meses que el progresivo 'deterioro del entorno económico mundial afectaría a nuestras exportaciones'.

Un informe reciente del sector señala que la situación empezó a empeorar desde la segunda mitad del año pasado. En la segunda mitad de 2001, la situación empeoró 'notablemente, aunque el mercado exterior ha seguido mostrando un mayor dinamismo que el interior', dice el informe. Las exportaciones alcanzaron el año pasado 6.000 millones de euros (un billón de pesetas), lo que representa un aumento del 14 % sobre el año anterior. Por su parte, las importaciones se incrementaron el 10%. Las compras de prendas de vestir son las que más crecieron (el 19%), frente a la contención en las importaciones de fibras y manufacturas textiles (hilados y tejidos).