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Hondarribia veta de nuevo a las mujeres soldado en su Alarde

Maribel Marín Yarza

La compañía mixta Jaizkibel no pudo desfilar ayer en el Alarde de Hondarribia, que se desarrolló sin incidentes, y sus integrantes se tuvieron que contentar con expresar simbólicamente su reivindicación - la participación igualitaria de la mujer en ese desfile tradicional- en un recorrido alternativo. No tenían permiso de la organización para sumarse a las filas del Alarde oficial -integrado por unos 4.500 hombres y 19 mujeres como cantineras- y la Ertzaintza estableció un amplio cordón policial para impedirlo. Pero tampoco hizo falta. Ixabel Alkain, capitana de la compañía, dejó claro que su única intención era lograr un 'espacio' para hacer visibles sus demandas de igualdad y de que las mujeres puedan desfilar como soldados, minoritarias en esta localidad y en su vecina Irún.

La compañía mixta, integrada por unas cien personas, arrancó su desfile sobre las 8.00 y se encaminó hacia el Paseo del Árbol de Gernika, donde se congregan los batallones del Alarde tradicional, que conmemora la victoria de las milicias forales sobre las francesas en 1638. Los ertzainas se habían desplegado a medio camino. Tras conversar con Alkain, dejaron que la compañía realizara su desfile simbólico.

Jaizkibel -arropada por la ararteko en funciones, Mertxe Agúndez, y la directora del Instituo Vasco de la Mujer-Emakunde, Txaro Arteaga- no hizo ningún amago de sumarse al Alarde, que se celebró, como el año pasado, como un acto privado con autorización municipal. Las integrantes de Jaizkibel tocaron pífanos y tambores hasta que la Ertzaintza pidió que se disolviesen cuando se acercaba la llegada de las tropas del Alarde para romper filas allí.

La compañía, que lleva seis años con esta batalla, dio por finalizado su recorrido y se dispersó. Varios de sus miembros desplegaron una pancarta con el lema en euskera La mujer en el Alarde y corearon igual consigna al paso de las tropas del desfile tradicional. No se registraron incidentes, a diferencia de otros años, entre los partidarios y los detractores de que la participación femenina en el desfile.

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