'Los populares somos los precursores de un debate sobre una Europa más fuerte'

Junto al presidente de los populares europeos, Wilfried Martens, fue Wolfgang Schäuble quien redactó el proyecto de Constitución federal para la Unión Europea que el lunes discutirán siete jefes de Gobierno de centro derecha en Cerdeña. El ex presidente de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), hoy por hoy, es el encargado de política exterior y de defensa en el equipo que rodea a Edmund Stoiber, el candidato conservador para desbancar a Gerhard Schröder el 22 de septiembre.

Pregunta. ¿Cómo se gestó el borrador de Constitución?

Respuesta. Durante un año trabajamos intensamente el borrador y ahora estamos en la fase en la que esta propuesta es transmitida a los partidos que integran el Partido Popular Europeo (PPE), en preparación de nuestro congreso de octubre, en Lisboa. Europa sólo se materializará si las grandes familias políticas se ocupan de su futuro y de la Convención. El PPE lo hace: somos los precursores de un debate sobre una Europa más fuerte, profunda y con mayor capacidad de actuación.

P. ¿Pero cree usted que pueda haber consenso entre los jefes de Gobierno sobre propuestas como la de convertir el Consejo Europeo en una especie de segunda Cámara o que el presidente de la Comisión sea elegido por el Parlamento?

R. Por ahora, nos vamos a reunir. Uno no debería hablar de resultados antes de un encuentro que servirá para encontrar posturas comunes. Estoy seguro que encontraremos un acuerdo.

P. ¿Wilfried Martens y usted consultaron la propuesta con otros partidos populares?

R. Fue un grupo de trabajo conjunto en el que estaban representados la mayoría de los partidos del PPE, y en especial el Partido Popular contribuyó intensamente, con dos representantes. Esto no ha sido una iniciativa individual. En todo caso, será el congreso de octubre que decida.

P. La acentuación de una Europa 'federada' y otros elementos, en todo caso, coinciden con las propuestas de la CDU/CSU alemana y recuerdan el modelo constitucional de la República Federal.

R. Lo que sucede es que las ideas que defendemos encuentran un amplio apoyo, porque hacen avanzar Europa. Y no sólo son de los democristianos alemanes. Los trabajos del PPE en el Parlamento Europeo van por la misma línea.

P. Hay dos temas muy sensibles que aparecen en la propuesta de la CDU/CSU, pero no en la que se debatirá el lunes: la devolución de algunas competencias a los Estados nacionales y una reforma de los fondos estructurales. ¿Por qué?

R. Ésa es la prueba de que en la propuesta no sólo se han adoptado las posturas alemanas. Por lo demás, en ella se aboga por una delimitación más clara de competencias entre las instituciones europeas, por un lado, y los Estados miembros, por el otro. Creo que eso necesariamente es una cara de la moneda. La otra es un fortalecimiento de las instituciones europeas. Hay que combinar ambas cosas.

P. ¿Será este encuentro el punto de partida de un nuevo eje de actuación conservador en Europa?

R. Esto no es nada nuevo. Los miembros del PPE que cuentan con jefes de Gobierno en sus países siempre se han reunido antes de los Consejos Europeos. En esta ocasión lo que decidimos -en gran parte, por iniciativa de Aznar- fue que, al final de verano, cuando la Convención Europea entrase en una fase importante y se acerquen cruciales reuniones del Consejo, queríamos discutir intensamente algunos puntos en petit comité.

P. Hay un problema. Alemania no estará representada porque no cuenta con un canciller conservador. ¿Hará usted de portavoz de un futuro Gobierno encabezado por Edmund Stoiber?

R. Silvio Berlusconi nos invitó a Martens y a mí como autores de la propuesta. Desde luego, tenemos la esperanza de que en dos semanas ganaremos las elecciones y que Alemania entonces pueda hacer una aportación más constructiva a la política europea de lo que sucede ahora.

P. Otro problema: la CDU/ CSU está perdiendo terreno en las encuestas frente a los socialdemócratas.

R. Lo correcto es que desde enero lideramos los sondeos y eso no ha cambiado. Siempre hemos dicho que será un final ajustado, pero seguimos en cabeza. Sin ser arrogantes, tenemos razones para ser optimistas de que lograremos un cambio de Gobierno. En el fondo, aquí en Alemania ya casi nadie cree que la actual coalición rojiverde vuelva a obtener una mayoría.