Bono pedirá a la UE el cierre de Zorita si el PP prorroga su vida
El permiso de funcionamiento de la nuclear acaba el 15 de octubre
El presidente de la Junta de Castilla-La Mancha, José Bono, afirmó ayer que si el Gobierno renueva el permiso de funcionamiento a la central nuclear de Zorita (Guadalajara) sería 'una decisión injusta', y que la recurrirá ante la Unión Europea. El Gobierno no ha decidido todavía si prorrogará la autorización, pero tiene que tomar una decisión antes del 15 de octubre, cuando vence el permiso actual.
La prolongación de la vida de la central 'no beneficiaría a los ciudadanos ni al interés público, sino a los accionistas de Unión Fenosa, propietaria de la central', afirmó Bono. Zorita es la central más antigua de España. Empezó a producir energía en 1968. Su funcionamiento se prorrogó en 1999.
La posible renovación depende de un informe del Centro de Seguridad Nuclear (CSN). Este estudio estará listo a mediados de septiembre. Fuentes del Centro de Seguridad Nuclear recordaron ayer que, 'si los técnicos deciden que la central no es segura, tendrá que cerrar'. Si los inspectores no encuentran problemas, la decisión de mantener la nuclear abierta dependerá de Economía. Fuentes del Ministerio no indicaron ayer qué haría el Gobierno en caso de que el CSN no pusiera objeciones a que la central continuara en funcionamiento.
La presidenta del CSN, María Teresa Estevan Bolea, avivó ayer las sospechas de que el informe será favorable al recordar en El Escorial (Madrid) que el Plan Energético Nacional del Gobierno no prevé la construcción de nuevas nucleares antes de 2010, 'ni el cierre de ninguna antes de 2008', lo que implícitamente da a entender que cuentan con la generación de Zorita durante los próximos seis años. El candidato del PP en Castilla-La Mancha, Adolfo Suárez, también se mostró ayer partidario de mantener abierta la central 'si el informe del CSN es favorable'.
El coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, declaró ayer que la 'filtración' a la prensa el domingo de que el Gobierno está dispuesto a prorrogar el permiso de la central (ver EL PAÍS de ayer) es una 'presión intolerable' sobre los técnicos del CSN para que aprueben su funcionamiento.
El responsable de energía de Greenpeace, Carlos Bravo, afirmó que 'el Gobierno ha llegado al absurdo de mantener una central con fallos de seguridad con tal de defender los intereses económicos' de Unión Fenosa. Los Verdes y Ecologistas en Acción también opinan que hay cerrar la central, que Bono calificó de 'cafetera vieja'.
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