La Cumbre de la Tierra calienta motores
Mbeki apela a la 'ineludible' ayuda del Norte al abrir el foro de ONG en Johanesburgo
El presidente de Suráfrica, Thabo Mbeki, inauguró ayer en el estadoio municipal de Johanesburgo la conferencia mundial de ONG paralela a la Cumbre de Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible, que se inaugura el próximo lunes, y subrayó que el cumplimiento de los objetivos marcados para la reunión necesitará 'ineludiblemente de la ayuda concreta del Norte al Sur'. La cumbre ligará los temas de defensa del medio ambiente con la lucha por la reducción de la pobreza.
'Vuestra voz tiene que ser escuchada', afirmó Mbeki ante unos 3.000 miembros de ONG, ecologistas, militantes antiglobalización, pacifistas, músicos y algunos delegados oficiales que acudieron al acto. Según los organizadores del Foro, hasta el momento se han acreditado casi 13.000 participantes, y se espera que lleguen otros 5.000 más. No obstante, se había especulado con que asistirían unas 40.000 personas.
El mandatario surafricano instó a los Gobiernos y a las ONG a trabajar juntos 'para que en la cumbre de Johanesburgo haya resultados que reflejen las preocupaciones de los pueblos y no únicamente las de los Gobiernos'. Mbeki añadió: 'Queremos acción, no nos quedaremos satisfechos con el mero hecho de reunirnos para disfrutar de nuestra mutua compañía y únicamente denunciar las debilitadoras e inaceptables condiciones de los pobres y marginados.
El público coreó consignas como 'Tierra, comida, agua, salvemos nuestro planeta', mientras en el escenario tenía lugar un espectáculo de música y danza.
Greenpeace
Greenpeace pidió ayer que se cree un organismo 'internacional de responsabilidad empresarial, legal y económica' que asegure que las compañías que dañen el medio ambiente sean castigadas y paguen las indemnizaciones correspondientes.
Esta institución deberá evitar 'la diferencia de comportamiento de las compañías en los países occidentales, que tienen normas relativamente estrictas de protección de las personas y el medio ambiente', y su 'decepcionante' actuación 'en los países pobres, donde las leyes son poco estrictas y fáciles de incumplir', según Greenpeace. Los ecologistas rechazan que sea posible una regulación voluntaria por parte de las empresas, y pidieron mayor rigor a la UE.
En su informe Crímenes corporativos, que presentó ayer, Greenpeace recoge 37 casos de graves incidentes, desde el escape de gas venenoso de la fábrica de Union Carbide en Bhopal (India) en 1984, que causó la muerte de 8.000 personas, al desastre de Boliden en Aznalcóllar.
La cumbre de Johanesburgo es 'una oportunidad única' para avanzar en la creación de un marco jurídico que persiga estos desastres, que debería entrar en funcionamiento en 2005, según el responsable de campañas de energía de Greenpeace, Carlos Bravo.
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