Schröder ve aumentar las expectativas de voto tras su actuación en las riadas

La decisión con la que ha actuado el canciller alemán, Gerhard Schröder, durante las devastadoras inundaciones en el este del país le ha valido un fuerte repunte en los sondeos de opinión para las elecciones del 22 de septiembre, según confirmaron ayer dos reputados institutos de investigación. En una de estas encuestas, el gubernamental Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), con el 38% en la intención de voto, ya sólo se sitúa a un punto por detrás de los conservadores de la CDU / CSU. Aunque lejos de garantizar una victoria, los sondeos dan un respiro a Schröder y a los suyos tras nueve meses rezagados frente a sus contrincantes, comandados por el bávaro Edmund Stoiber.

El efecto inundación a favor del canciller, que en esta emergencia ha hecho gala de sus más agudos instintos políticos y dotes de mando, se esperaba, pero pocos creían que fuese tan contundente. Según la encuesta realizada por el llamado Grupo de Investigación Electoral, el SPD gana dos puntos frente al 36% de la semana pasada, situándose en el 38%, mientras que la Unión Demócrata Cristiana (CDU) y su aliada Unión Social Cristiana (CSU) pierden dos dígitos, para caer del 41% al 39%.

Aunque menos acentuada, esta misma tendencia se refleja también en los datos publicados ayer por otro instituto, Infratest-Dimap, que otorga al SPD un 36% (+2%) y a la CDU/CSU, un 41% (sin variaciones). Una tercera empresa de sondeos, Emnid, concede a los socialdemócratas un 36% (+2), y a los conservadores, un 39% (-1%). Otras encuestas, en cambio, no registran variaciones, pero fueron realizadas antes de la crecida de los ríos.

¿Es éste entonces el punto de inflexión que los socialdemócratas esperan desde hace tanto tiempo? Expertos como Matthias Jung, del Grupo de Investigación Electoral, no pondrían su mano en el fuego. 'Es demasiado temprano para hablar de un cambio de tendencia', dice. 'Además, la importancia del tema de las inundaciones, de ahora en adelante, bajará'.

Al mismo tiempo, según este investigador, los socialdemócratas siguen muy rezagados frente a los democristianos si se mide la confianza de los ciudadanos en su capacidad de resolver los problemas económicos y luchar contra el paro, los dos temas cruciales de la campaña hasta la semana pasada. En la víspera, de hecho, en medio del aluvión informativo sobre las riadas y la necesidad de reconstruir decenas de localidades, relativamente pocos habrán reparado en otra pésima noticia, ésa sí parcialmente achacable a la gestión del Gobierno rojiverde: Alemania sigue en el vagón de cola del crecimiento económico europeo, con un escuálido 0,3% de aumento del PIB en el segundo trimestre.

'Las elecciones se ganan el día de los comicios, y no en los sondeos', subrayó ayer Angela Merkel, la presidenta de la CDU. La semana había sido horrible para los conservadores: desconcertados, durante días no supieron responder a la propuesta gubernamental de retrasar por un año una nueva fase de la reforma fiscal para recaudar fondos que se destinarán a la reconstrucción (6.900 millones de euros). Cuando finalmente acordaron el jueves una posición común (apropiarse de los beneficios del Bundesbank), ésta no convenció a nadie. Los conservadores ahora darán el visto bueno en la Cámara alta del Parlamento a los planes gubernamentales, para luego derogarlos, si es que llegan al poder.

En el tiempo que les llevó tomar esta postura ambigua, el animal político Schröder logró anotarles un tanto, que desde ayer es motivo de gran incomodidad en las filas de la CDU/CSU y de su aliada, la patronal industrial. A inicios de la semana, los conservadores habían exigido aumentar el impuesto sobre sociedades para compensar desde el punto de vista social el retraso de una nueva bajada del IRPF. Con tal de no aparecer como insolidarios -un reproche que ya se estaba ventilando masivamente en un diario de clara inclinación democristiana, el Bild- los industriales incluso llegaron a ofrecer voluntariamente pagar más impuestos. Dicho y hecho: mientras la CDU/CSU se retractaba de su propuesta, el canciller logró acordar un aumento del impuesto sobre sociedades del 25% al 26,5% el próximo año. De esta manera logró recaudar otros 800 millones de euros para un total de 9.800 millones de euros en ayudas estatales.

Schröder volvió a recordar ayer a su clientela socialdemócrata esta 'oferta empresarial' durante un mitin en Berlín, con el que dio pistoletazo de salida a una gira electoral del SPD por 40 ciudades alemanas. Igualmente insistió en otro tema que puede reportar votos tras las inundaciones: la necesidad de garantizar un 'equilibrio entre la ecología y la economía'. Mañana tendrá una nueva oportunidad de exponer sus puntos de vista, cuando se enfrente a Stoiber en el primero de dos duelos televisivos acordados.