El Ayuntamiento y Fomento buscan soluciones para evitar cambiar colectores por el AVE

La llegada del tren de alta velocidad a Barcelona supondrá obras de gran impacto en la ciudad, pero el Ayuntamiento quiere procurar que sólo sean las imprescindibles. Por ello, los responsables municipales, junto con técnicos del Ministerio de Fomento, buscan una solución a un problema que plantea el AVE en la entrada misma de Barcelona y que supondría, en principio, modificar los colectores que discurren por debajo de la Ronda del Mig y la plaza de Cerdà. Es decir, volver a reventar esa zona de la ciudad, una de las que más obras viene soportando.

La posibilidad de tener que modificar de nuevo los colectores de la Ronda del Mig en su parte más baja, prácticamente junto a la plaza de Cerdà, ya se ha descartado. Entre otras cosas, porque supondría volver a reventar la ronda -a la que le quedan por delante unos intensos meses de obras- y, sobre todo, porque ya se han tenido que cambiar por la modificación del proyecto de la cobertura de esa parte final: al deprimir más la calzada se tuvo que recolocar los colectores a mayor profundidad.

'Ya ha sido una obra suficientemente compleja, costosa y recién hecha como para tener que rehacerla', considera el gerente de Mantenimiento y Servicios, Lluís Àngel Gutiérrez.

El problema que plantea el AVE en el subsuelo es que su trazado discurrirá perpendicular a los colectores de la ronda y a la misma profundidad. Para evitar tener que modificar los emisarios, técnicos del área de Mantenimiento y del Ministerio de Fomento estudian dos alternativas. Una de ellas es modificar la profundidad del AVE de manera que pase por encima del colector o por debajo, lo cual haría innecesaria cualquier intervención en la red de alcantarillado. La otra alternativa es construir un depósito para desviar el caudal que pueda llevar el colector en el punto de intersección con el túnel del tren, y por un sistema de bombeo -igual que el que existe en La Rambla, por ejemplo- volver a impulsar el agua hacia el otro tramo del colector.

Esa segunda opción comportaría la realización de obras, pero que no tendrían impacto en superficie. José Cuervo, segundo teniente de alcalde y responsable del área de Mantenimiento, asegura que no será necesario volver a cavar zanjas ni en la Ronda del Mig ni en la plaza de Cerdà. 'Se trabaja en el subsuelo', puntualiza. No obstante, Cuervo considera que las modificaciones de colectores en esa zona en concreto es delicada: 'Hay que evitar sistemas que no puedan absorber puntas de carga de los colectores, como las que se producen con las tormentas torrenciales'.

Se trata de un sector de la ciudad, el de la Riera Blanca, que periódicamente ha tenido problemas de inundaciones.

Contra inundaciones

La entrada en funcionamiento de los depósitos de agua pluviales de Bori Fontestà y Zona Universitaria -a finales de 2000- ha evitado, de momento, episodios de inundaciones. Los depósitos sirven para retener el agua que cae durante las lluvias intensas con una doble finalidad: evitar inundaciones porque sobrepasan la capacidad de los colectores e impedir el vertido de contaminantes.

Al buen comportamiento de los depósitos y colectores se atribuye que no se hayan producido inundaciones en los puntos más críticos -plaza de Cerdà, Poble Sec y Sant Antoni- en las tormentas que se han originado durante este mes. Los tres depósitos se llenaron a rebosar: el 1 de agosto, el de la Zona Universitaria llegó a tener 150.000 metros cúbicos y tardó casi nueve horas en vaciarse.

A los depósitos actuales se les sumarán otros dos: el de los jardines del doctor Dolsa, junto a la Ronda del Mig, (52.000 metros cúbicos), y el de Villalba dels Arcs, en Nou Barris (15.000 metros cúbicos).

'Pero algunas zonas de Barcelona todavía tienen que mejorar la red y hay que construir depósitos en zonas también sensibles, como la cuenca de Horta, para proteger áreas como toda la zona Fòrum', apunta el gerente de Mantenimiento, Lluís Àngel Gutiérrez. También está en construcción un depósito en Taulat, que deberá estar terminado antes de 2004.