Las últimas estimaciones indican que el coste de las inundaciones supera los 20.000 millones de euros

Los daños que dejan las inundaciones en el este de Alemania podrían ascender a más de 20.000 millones de euros, según nuevas estimaciones. Tan sólo el Estado federado de Sajonia, el más afectado por las riadas, calculó ayer en 15.000 millones de euros los perjuicios económicos. En el vecino de Sajonia Anhalt, los daños rondarían entre los 5.000 y 8.000 millones, mientras que en Baviera se acercan a los 2.000. Cientos de millones más se habrían perdido en Mecklemburgo-Antepomerania y en Brandeburgo, también afectados por las inundaciones. Las riadas continuaban ayer río abajo en el Elba, impidiendo que cerca de 45.000 personas pudiesen regresar a sus hogares.

Aunque todas estas cifras tienen que ser leídas con muchas precauciones -es normal en este tipo de emergencias que todos los afectados estimen al alza sus daños, para hacerse con un máximo de fondos para la reconstrucción-, el reto que afronta el país es inmenso.

Mientras la oposición luchaba por sacar algo en claro, el Gobierno rojiverde se reunió ayer con representantes gremiales y políticos de los estados afectados para detallar ulteriormente las ayudas estatales. Buena parte de la discusión giró en torno a cómo apoyar las muchas pequeñas y medianas empresas que han quedado al borde de la ruina. Entre los planes figuran inyecciones de capital inmediatas (en torno a los 15.000 euros por empresa), programas de crédito accesibles e, incluso, condonaciones de deuda.

Aunque nadie quiera decirlo en público, sobre la discusión planea también la campaña electoral. Uno de los líderes conservadores, Günther Beckstein, admitió ayer que el efecto inundaciones podría beneficiar a Schröder, pero a renglón seguido aseguró que éste se evaporará rápidamente antes de las elecciones del 22 de septiembre. Para hoy se espera la publicación de las primeras encuestas fiables que dan cuenta del ánimo de los electores tras las inundaciones. Filtraciones preliminares indican que tanto el canciller como su Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) han logrado ganar varios puntos en los sondeos de popularidad e intención de voto.