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Un etarra se fuga tras ser suplantado por su hermano

Ismael Berasategi escapó el sábado, pero su familiar José Antonio reveló el engaño ayer

El presunto etarra Ismael Berasategi Escudero, de 32 años, se fugó el sábado de la vetusta prisión parisina de La Santé tras hacerse pasar por su hermano José Antonio, de 34, con el que mantuvo ese día un encuentro en privado en un locutorio del presidio. El engaño fue revelado ayer por el propio suplantador, que entregó un escrito a sus carceleros, que hasta entonces no habían notado nada raro debido al 'gran parecido físico' entre ambos hermanos. Ismael Berasategi, encarcelado desde mayo, pertenecía al comando itinerante Behorburu (cabeza de caballo), que colocó cinco coches bomba en 2001.

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Ismael Berasategi recibió el sábado a su hermano José Antonio en un locutorio de cuatro metros cuadrados de la prisión de La Santé, construida en 1867 y sobre cuyo cierre se viene especulando desde hace 20 años. Los hermanos no estaban siendo vigilados, ya que José Antonio había sido registrado al entrar en la cárcel y porque el encuentro se celebraba en una cabina que, a pesar de no contar con reja para separar a visitante y visitado, tenía la puerta metálica cerrada con llave.

Los hermanos intercambiaron la ropa, los documentos e incluso el peinado a fin de llevar a cabo el cambiazo de identidad durante los 45 minutos de intimidad de que dispusieron. Al final del encuentro, Ismael Berasategi abandonó la cabina por la puerta de las visitas, pasó por los rastrillos y los controles de seguridad y salió por la puerta principal de La Santé, sita en la zona sur de París. José Antonio se reunió con un grupo de presos.

El engaño se mantuvo hasta ayer por la mañana, cuando José Antonio entregó un escrito a sus carceleros para que lo elevaran al director de la prisión, Alain Jégo, en el que le relataba el ardid, según informaron fuentes de la lucha antiterrorista española. 'Se parecen mucho entre ellos, pues sólo se llevan 18 meses, y eso hizo que los guardianes no se diesen cuenta', agregó.

El poco tiempo que Ismael Berasategi llevaba en la prisión -donde se encuentran otros miembros de ETA y de los GRAPO- supuestamente facilitó la fuga, ya que era poco conocido por los encargados de su custodia. El ahora evadido había ingresado en La Santé a finales de mayo, después de que fuera detenido por agentes de la Brigada Anticriminal francesa en la noche del 14 al 15 de mayo en Annonay, cerca de Lyon. El supuesto etarra, que estaba a la espera de juicio, fue sorprendido mientras robaba un Renault 19 -con la intención de convertirlo en coche bomba- junto a otro terrorista que logró darse a la fuga.

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Según Jégo, Ismael Berasategi y su hermano 'pudieron servirse de tinta invisible idéntica a la que nosotros utilizamos para marcar a los detenidos cuando acuden a una entrevista con sus familiares o abogados'. Uno de los guardianes desmentía a su superior: 'Hace años que no utilizamos la técnica del marcado con tinta simpática porque muchos presos no la aceptaban y eso generaba constantes conflictos'. El pasado fin de semana seis guardianes de prisión, en distintos centros, fueron víctimas de atentados graves en el interior de la cárcel.

Investigación

Las autoridades francesas han abierto una investigación sobre las circunstancias de la fuga (calificada de 'ridícula' por algunos medios de comunicación franceses) y para localizar al huido, aunque debido a que han transcurrido cinco días desde la evasión las fuentes consultadas indican que sólo un golpe de suerte podría llevar a la detención.

Para Force Ouvriere (FO), uno de los sindicatos que representan a las 600 personas que trabajan en La Santé, la fuga 'era previsible' y acusa a la Administración: '¿Es aceptable que un terrorista, del que dicen que es peligroso, permanezca en una prisión vieja y a punto de reventar?'.

Oficialmente La Santé puede acoger 1.236 detenidos pero medidas de seguridad aplicadas por el anterior Gobierno hacían que el techo de detenidos se hubiera situado en 900. En la actualidad, fruto de la política de 'tolerancia cero' proclamada por el Ejecutivo conservador, hay 1.400 personas, condenadas o en espera de juicio, que se hacinan en La Santé, un recinto de cuatro hectáreas situado en la zona sur de París. 'En La Santé cada agente tiene que vigilar a entre 80 y 100 prisioneros', resumía Joël Sépulcre, portavoz de FO.

El Berasategi que ahora se encuentra en prisión se quedará allí hasta que las autoridades francesas lo procesen. La colaboración en la fuga está penada con hasta 10 años, pero el hecho de que ambos sean hermano puede llevar a que no se aplique a José Antonio el agravante de haber cometido el delito con fines terroristas.

Uno de los patios de la prisión de La Santé, de la que se  fugó el sábado  Ismael Berasategi.

Ismael Berasategi Escudero.
Uno de los patios de la prisión de La Santé, de la que se fugó el sábado Ismael Berasategi. Ismael Berasategi Escudero.EPA

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