El intento de fuga del etarra Solana se debió a 'un déficit de seguridad'

Igor Solana Matarran, presunto miembro del último comando Andalucía, aprovechó un 'déficit de seguridad' de la cárcel de Nanclares de la Oca (Álava) para serrar un barrote de su celda e intentar fugarse, según admitió ayer en el Congreso el director general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Yuste, que está a la espera de que acabe la investigación judicial por si 'pudieran deducirse responsabilidades disciplinarias'.

La noche del 17 al 18 de enero, tras el recuento nocturno de las 21.30 en el que los funcionarios no apreciaron 'nada anormal', Solana se quedó solo en la celda número 14 de la segunda fase del módulo V. Se vistió entonces con dos pantalones y dos jerseys, que se almohadilló con plásticos y papeles para evitar pincharse con las alambradas. Abrió el codo del desagüe del lavabo de su celda, donde posiblemente tenía una sierra de pelo. Para evitar fugas de agua, puso debajo un cubo.

Con esa sierra serró un barrote de hierro de 2,5 centímetros. Por el hueco saltó a un patio interior, donde alguien había quitado 32 tornillos que anclaban una espaldera para que la usara como escalera. Cuando iba a saltar el muro con una liana de sábanas que había trabado en la alambrada que corona el muro, fue sorprendido por un ertzaina, que vigilaba el exterior, y los funcionarios.

'Eso se debió a un déficit de seguridad, del que no me vanaglorio', admitió Yuste. Cómo logró la sierra y desatornillar la espaldera no se sabe. Este incidente y dos más en la prisión sirvieron a Margarita Uria (PNV) para dar 'una nota bajísima' a la cárcel alavesa, a lo que Yuste replicó que la fuga se evitó porque el sistema de seguridad de Nanclares 'es suficiente'. 'Además, el índice de fugas en España es bajísimo', concluyó. Yuste insistió en que espera que el Juzgado de Instrucción número 2 de Vitoria concluya sus pesquisas para ver si hay responsabilidades disciplinarias por el hecho de que el preso pudiera llevar una sierra, mapas y dinero en su fuga.