Los colombianos dejan de encabezar la lista de detenidos por tráfico de drogas en Barajas
La entrada en vigor del visado en enero pasado sitúa a los españoles en el primer lugar
Sexo: masculino. Características: le atrae el dinero fácil o atraviesa por una difícil situación económica; es ingenuo, aunque pretende parecer avispado. Descripción: ha hecho el recorrido Bogotá-Barajas-Soto del Real (hace unos años iban a la cárcel de Carabanchel). Delito: atentar contra la salud pública. En su interior lleva medio kilo de cocaína y una moral negociable. Es el perfil prototipo de un colombiano en las cárceles de España. El 90% de los 2.086 que hay en los centros de reclusión de todo el país concuerda con éstas o similares características, según Instituciones Penitenciarias. Ocho meses no han bastado para alterar los porcentajes acumulados en los últimos años, pero los datos recientes indican que la exigencia del visado de turista para entrar en territorio español a partir del 1 de enero de 2002 modificará este estereotipo.
Los colombianos ya no encabezan el listado de detenidos por tráfico de drogas en el aeropuerto de Barajas. Este año el primer lugar lo ocupan los españoles. De los 279 detenidos hasta el 31 de julio por tráfico de estupefacientes en el aeropuerto madrileño, 62 son españoles (el 22%), y 41 colombianos (14%). Se ha invertido el orden tradicional. Al finalizar el año pasado, 118 (33%) eran colombianos y 57 (16%), españoles.
El rosario de trámites para obtener el visado tiene un claro propósito. Para comenzar, certificado de carecer de antecedentes penales. Después hay que demostrar solvencia económica, y presentar certificado de trabajo o estudios, seguro médico y carta de alojamiento. También hay que acudir a una entrevista personal si surgen dudas sobre la información aportada.
El consulado español en Bogotá no estaba preparado para expedir visados. A principios de año, colas de 500 personas alcanzaban un centenar de metros de largo. Madrugar ya era llegar tarde: la cola comenzaba la víspera, hacia las 23.00 horas.
Fuentes consulares colombianas lamentan que justos paguen por pecadores ante la exigencia del visado, pero admiten que este mecanismo ha servido de filtro para que menos mulas -trafi-cantes a baja escala- entren con sus modestos cargamentos.
En Barajas, Taranta, una perra adiestrada para detectar droga, no se emociona tanto como en el pasado cuando olfatea el equipaje que llega en los vuelos procedentes de Bogotá.
Según la Guardia Civil, Brasil es ahora el principal lugar de origen de la cocaína intervenida en el aeropuerto madrileño. El 20% de los 2.506 kilos decomisados en lo que va de año en Barajas han llegado de ese país. El 15% vino de Ecuador y el 13%, de Colombia, que en 1999 encabezaba la lista, con el 34%.
La UE impone el visado
El 10 de abril de 2001 entró en vigor el reglamento con la lista de terceros países a cuyos nacionales se les exigiría visado para entrar en la UE. Entre éstos se encuentra Colombia, dada su situación social y la criminalidad asociada al narcotráfico. España se abstuvo de votar.
Según el Sindicato Unificado de Policía (SUP), 1.400 colombianos llegaron el año pasado con el propósito de delinquir. La cifra corresponde a pasajeros convertidos en sospechosos debido a los dudosos documentos y las vacilantes respuestas dadas a los agentes de Barajas. Ni siquiera tenían el perfil de los inmigrantes que fingen ser turistas para quedarse trabajando en España de manera irregular. Fueron fichados, pero entraron porque las sospechas no fueron suficientes.
La situación ha cambiado, según el SUP. 'Aunque alguno que otro se filtre, este año se ha reducido el número de colombianos que vienen para delinquir', dice José María Benito, secretario de organización del sindicato. 'El visado y la colaboración de la policía de Colombia está teniendo resultados positivos'.
El número de ciudadanos de este país suramericano en cárceles españolas crece en menor proporción. El promedio de 33 presos al mes durante el año pasado se ha reducido a 28. Fuentes consulares han interpretado que el descenso es ligero porque buena parte de los delincuentes residía desde antes en España.
El visado también ha pasado factura a la aerolínea colombiana Avianca, que ha visto cómo el promedio de ocupación de su vuelo diario Bogotá-Madrid ha descendido de 139 a 131 pasajeros. Las pérdidas, según la compañía, se acercan a los dos millones de euros. Iberia, la otra aerolínea que realiza este trayecto, presentó un descenso similar al comenzar este año. En cualquier caso, la escena que se vio el 2 de enero, poco más de una docena de colombianos llegando en los vuelos de cada una de las aerolíneas, no se ha repetido.
La reducción del flujo migratorio se hace más evidente al comparar el promedio mensual de colombianos que entraron en 2000 con respecto al número de visas otorgadas por el consulado en Bogotá. Hace dos años, según el Ministerio del Interior, entraban 9.106 colombianos al mes; actualmente el consulado entrega, a lo sumo, 4.000 visados en el mismo periodo.
La historia también ha tenido un coste emocional, como lo expresaron varios escritores colombianos cuando se negaron a volver a España mientras no se suspendiera la medida. En un editorial, el periódico El Tiempo afirmó que España ya no prodigaba a Colombia un trato 'de madre patria' sino 'de madrastra'. Al final no quedó más alternativa que la resignación. Ahora sólo son 16 los países que no exigen visado a los compatriotas de Gabriel García Márquez.
'Uno quisiera que no necesitáramos visa', dice el embajador de Colombia en España, Álvaro Villegas. 'Hay que tener en cuenta que la reducción en el número de personas detenidas por tráfico de drogas también es el resultado de las campañas y los controles que hacemos en Colombia. Estamos demostrando que nuestra sociedad se está educando'.
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