Enfrentamientos entre albaneses y policías de la ONU en Kosovo
El idilio entre los albaneses de Kosovo y sus liberadores corre riesgo de romperse, tres años después de que las fuerzas internacionales (Kfor) entrasen en lo que todavía es, al menos de derecho, una provinica serbia administrada por la ONU. La decisión de las autoridades de la ONU de detener y perseguir a héroes de guerra de la guerrilla del disuelto Ejército de Liberación de Kosovo (ELK) y entregarlos como vulgares criminales a la justicia internacional, para ser juzgados por sus delitos, ha desencadenado una ola de protestas de los albaneses.
Los incidentes hasta ahora más graves ocurrieron el jueves en Decani, 90 kilómetros al oeste de la capital, Pristina. El saldo de los enfrentamientos fue de 45 heridos leves de los manifestantes albaneses y 11 en las filas de la policía de la ONU, como consecuencia de las piedras lanzadas por los albaneses. En la operación intervinieron guardia civiles españoles que prestan servicio en la policía de la ONU. Las manifestaciones siguieron ayer en Pristina. Mujeres albanesas recorrieron las calles del centro al grito de '¡Viva el ELN!' y '¡Liberad a los libertadores!', mientras helicópteros de Kfor sobrevolaban la manifestación.
A la detención hace unos días del comandante del ELN en la región de Podujevo siguió la notificación por parte de la justicia internacional de que ha abierto un sumario a Ramush Haradinaj, ex comandante del ELK y actual presidente de la Alianza para el Futuro de Kosovo, el tercer partido con diputados en la Asamblea. La administración de la ONU ya encarceló en junio a un hermano de Haradinaj, Daut, a quien se imputan crímenes contra albaneses en los días posteriores a la entrada de las tropas internacionales y la salida de los serbios.
