El Gobierno de Arafat anuncia la creación de un 'holding' para poner orden en sus cuentas y empresas
El titular palestino de Hacienda, Salam Fayed, anunció la creación de un nuevo holding empresarial y financiero que va a unificar todo el hasta ahora fragmentado patrimonio de la Autoridad Nacional Palestina (ANP). Según Fayed, el nuevo conglomerado será transparente y fiable, adecuándose así a las demandas tanto de sus principales donantes, la Unión Europea y Estados Unidos, como del Gobierno israelí. A diferencia del modelo anterior, todos los activos estarán bajo el control del Ministerio de Hacienda.
Salam Fayed ha conseguido en muy poco tiempo algo excepcional en los tiempos que corren: ganarse las alabanzas tanto del primer ministro israelí, Ariel Sharon, como del secretario de Estado norteamericano, Colin Powell. Con el valor añadido de credibilidad que eso supone para un político palestino, este ex funcionario del Banco Mundial, que dejó una brillante carrera dentro de la principal institución financiera internacional para tomar las riendas de la maltrecha economía palestina, presentó un diseño que ha de revolucionar todo el erario público.
Fayed aseguró ayer que 'éste es un paso muy importante de cara a consolidar completamente las operaciones comerciales y financieras de la Autoridad Nacional Palestina'. Asimismo, comunicó la creación de un Fondo Palestino de Inversiones que, según él, cuenta con la autorización del presidente, Yasir Arafat. A partir de ahora, 'todo activo del que la ANP sea propietaria parcial o totalmente, y no esté contabilizado dentro del nuevo conglomerado, será considerado ilegal', afirmó.
De esta forma, el Ministerio de Hacienda que él dirige retomará la gestión de los monopolios públicos -hidrocarburos, gasolinas, cementos- y la recaudación de los impuestos especiales -tabacos, alcoholes, vehículos de importación-, que antes eran controlados por el asesor personal de Arafat, Mohamed Rachid, quien desde hace semanas se encuentra en El Cairo.
Amenazas de muerte
Principal exponente de la corrupción dentro del Gobierno palestino, Rachid optó por salir del país después de recibir varias amenazas de muerte por parte de los cuadros intermedios del movimiento Al Fatah, que están apoyando desde dentro las reformas inducidas desde fuera.
Rachid, hoy condenado al ostracismo político, fue también el gestor del capital invertido en el casino de Jericó, cuyos socios israelíes tenían paradójicamente como testaferro a Omri Sharon, el hijo del primer ministro.
Tras haber puesto fuera de juego a este turbio personaje, Fayed prometió la mayor 'transparencia y fiabilidad' de las nuevas cuentas. Y durante la última reunión mantenida con la delegación negociadora israelí encabezada por el titular de Exteriores, Simón Peres, solicitó a éste una nueva transferencia del capital retenido a la Auroridad Palestina por la Hacienda pública israelí desde que comenzara la Intifada, hace casi dos años, en concepto del IVA de las exportaciones de productos palestinos y la renta de los jornaleros que trabajaban legalmente en Israel.
Dicho capital retenido por Israel asciende a dos billones de shekels (435 millones de euros).
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