El Ejército israelí vuelve a ser acusado de usar a palestinos como 'escudos humanos'

La principal organización de derechos humanos israelí, Betselem, criticó ayer duramente al Ejército por utilizar la víspera a un palestino de 19 años como escudo humano para localizar el edificio en el que se escondía Naser Yarar, dirigente del movimiento islamista Hamás en el norte de Cisjordania, que finalmente fue abatido a tiros. El joven también murió posteriormente al ser alcanzado por una ráfaga de ametralladora. Esta polémica práctica del uso de escudos humanos fue defendida por el líder del Partido Nacional Religioso y ministro sin cartera israelí, Effi Eitam.

Betselem, que se dedica a documentar los excesos de las fuerzas de seguridad israelíes en los territorios palestinos, emitió un comunicado afirmando que 'la población palestina no tiene el deber de proteger a los soldados. Sean cuales sean las circunstancias, el Ejército no puede poner en peligro la vida de civiles para proteger la propia'.

El comunicado de Betselem se refería a un hecho ocurrido el día anterior, en que una vez cerrada la localidad de Tubás, situada entre Nablús y Yenín, y rodeado el complejo de edificios donde se suponía que estaba el presunto terrorista, los oficiales de la unidad de comandos antiterroristas de la policía obligaron a Nidal Abu Miksan, de 19 años, a ir llamando puerta por puerta en todas las viviendas de la zona, pidiendo a sus ocupantes que salieran a la calle. Cuando llegó a aquélla en la que se encontraba Yarar, el joven falleció al ser alcanzado por una ráfaga de ametralladora. El dirigente de Hamás, pese a estar lisiado -perdió un brazo y las dos piernas hace un año cuando le estalló la bomba que estaba preparando-, parecía estar dispuesto a plantar cara a los asaltantes. Éstos procedieron a reducirle disparando varios obuses de tanque y arrasando el edificio con las excavadoras.

El padre de la víctima aseguró que Nidal fue amenazado a punta de pistola para realizar su tarea, que en el argot militar se denomina 'procedimiento del vecino'; es decir, la elección aleatoria de un vecino del lugar que se convierte en señuelo para comprobar si va a haber o no resistencia al asaltar el objetivo. Esta táctica fue expresamente condenada por Betselem afirmando que 'utilizar a civiles como si fueran chalecos antibalas y convertirlos en objetos de proteger a los soldados no es ni legal ni moral'.

Hace varios meses siete organizaciones de derechos humanos cursaron una petición ante el Tribunal Supremo, en que demandaron el cese de este tipo de prácticas. A raíz de los sucesos ocurridos en el campo de refugiados de Yenín a principios del pasado abril, el Ejército israelí se comprometió a no utilizarlas cuando supusieran un alto riesgo para la vida del 'vecino'.

El líder del Mafdal, el Partido Nacional Religioso, el ex general de brigada, Effi Eitam, defendió ayer el método empleado, que calificó como 'muy moral', pues permite salvaguardar la integridad física de los soldados.

[Cuatro palestinos, entre ellos un niño, murieron ayer en Gaza víctimas de disparos israelíes, informa France Presse. Dos trataban de infiltrarse con explosivos en Israel. Una tercera, había resultado herida el 22 de julio.]