Greenspan advierte de que la economía de EE UU no logra remontar el bache
La autoridad monetaria mantiene los tipos en el 1,75%, pero sugiere un futuro recorte
La Reserva Federal de EE UU, presidida por Alan Greenspan, decidió ayer mantener los tipos de interés en el 1,75%, el nivel más bajo en 40 años. Pese a ello, el banco central advirtió de que las condiciones han empeorado desde la última reunión, y que está más preocupado por la desaceleración que por un posible repunte de la inflación: 'El mayor riesgo al que nos enfrentamos actualmente son las condiciones que pueden generar debilidad'. Analistas e inversores, acostumbrados al velado lenguaje de Greenspan, coinciden en que está sugiriendo un nuevo recorte de tipos.
La Reserva Federal, con Greenspan a la cabeza, decidía ayer si aprobaba el duodécimo recorte del precio del dinero en el último año, una carrera que lo ha situado en el 1,75% en un intento de sacar al país del bache por el que atraviesa lo más rápidamente posible. Finalmente no tocó los tipos. Pero el comunicado en el que explicó su decisión arrojó sombras preocupantes. En primer lugar, la economía de EE UU no se está recuperando, por lo que la inflación no constituye ahora mismo un problema. Y segundo, pese al cauto lenguaje que siempre utiliza Greenspan, quizá haga falta un nuevo recorte de tipos en breve. Lo que, dado el actual nivel en el que se encuentran, amenaza con colocar a EE UU en una situación similar a la de Japón, cuyo banco central ha recortado los tipos hasta prácticamente cero sin lograr salir de la crisis.
Las bolsas reaccionaron con descensos a la decisión de mantener los tipos. Si bien se esperaba la decisión, el comunicado alimentó la incertidumbre que viven las plazas financieras. Tanto el Nasdaq (2,9%) como la Bolsa de Nueva York (2,38%) cerraron con pérdidas.
En el comunicado habitual tras dar a conocer su decisión, la Reserva Federal explica que 'el debilitamiento del crecimiento de la demanda que surgió esta primavera se ha prolongado por la debilidad de los mercados financieros, y por la creciente incertidumbre relacionada con los problemas del gobierno de las empresas'.
En este contexto, el actual nivel de tipos en el 1,75%, 'sumado a un crecimiento de la productividad que todavía es robusto, debería ser suficiente para apoyar la mejoría del clima empresarial'. Pero Greenspan ya no está seguro del todo de que esto vaya a ser así y reconoce que el riesgo mayor al que se enfrenta hoy por hoy la economía 'son las condiciones que pueden generar debilidad'.
Tiempos duros
La decisión de Greenspan coincidió con un seminario especial organizado por el Gobierno de George Bush en Waco (Tejas), en un intento de transmitir confianza a los agentes económicos. A la cita acudieron representantes de empresas y de la Administración, y algunos debates fueron moderados por miembros del Gobierno.
Bush admitió la debilidad de la economía, pero hizo énfasis en las positivas señales de recuperación que, en su opinión, comienzan a detectarse. 'Soy optimista', dijo el presidente, 'aunque es cierto que vivimos en América tiempos bastante duros'.
Las decenas de presidentes de empresas, así como economistas, que asistieron a los debates lanzaron a Bush dos mensajes. El primero es que efectivamente, EE UU vive una crisis muy complicada. 'Se trata de la peor crisis en los mercados financieros que se recuerda', dijo Charles Schwab, presidente de la firma financiera del mismo nombre.
La segunda queja de los presentes, acostumbrados a las Administraciones demócratas, en las que los antiguos secretarios del Tesoro Robert Rubin y Lawrence Summers parecían tener todo bajo control, es que detectan una cierta ausencia del Gobierno que el foro de ayer, precisamente, trata de paliar. 'Somos muy frágiles, y esperamos algo más del Gobierno', según Sheri Orlowitz, una de las asistentes al foro.
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