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LA OFENSIVA DE ETA | Nueva amenaza de bomba en la costa mediterránea

La Gran Playa de Santa Pola, desalojada por segunda vez ante un nuevo aviso de bomba

Una llamada en nombre de ETA sitúa entre unas palmeras el artefacto anunciado el viernes

La Gran Playa de Santa Pola (Alicante) fue desalojada en la tarde de ayer, por segunda vez en 48 horas, ante un nuevo aviso de bomba. Una llamada en nombre de ETA a la DYA -asociación de ayuda en carretera- de Vitoria anunció que el supuesto artefacto explosivo, que tenía que estallar a las dos de la tarde del viernes, continuaba en esa área de la costa, en una zona de palmeras, junto a la discoteca Elcano. Ese tramo de playa fue cerrado al mediodía del viernes y se reabrió en la tarde del sábado, cuando los artificieros concluyeron el rastreo sin hallar ningún artefacto. Ayer tampoco apareció tras más de cuatro horas de búsqueda. Los artificieros volverán a intentarlo hoy.

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Los residentes y turistas de Santa Pola apenas han gozado de 24 horas de respiro. De nuevo en la tarde de ayer, la angustia y el nerviosismo se dejaron sentir en la localidad, víctima de las acciones terroristas desde la tarde del pasado día 4, cuando un coche bomba estalló frente a la casa-cuartel de la Guardia Civil. El atentado causó dos víctímas mortales, una niña de seis años y un hombre de 57.

Durante tres horas, los 10.000 metros cuadrados de la Gran Playa fueron desalojados en la tarde de ayer ante el aviso de la colocación de una bomba. La evacuación no afectó, según la Policía Local, a los vecinos de los apartamentos de primera línea de playa, aunque sí se les recomendó que permanecieran en el interior de sus viviendas. El comunicante alertó de que se trababa del mismo artefacto explosivo colocado el viernes, que no fue hallado tras 24 horas de minucioso rastreo por parte de los equipos de artificieros de las fuerzas de Seguridad. En esta ocasión, el aviso que se recibió en la asociación de ayuda en carretera DYA sobre las 15.30 horas contenía información más detallada: 'La bomba está en el grupo de palmeras cercano a la discoteca', comentaron fuentes de la Subdelegación del Gobierno de Alicante.

Tampoco esta vez encontraron nada los artificieros. Al filo de las 19.30 las autoridades acordaron reducir el cordón de seguridad a un radio de 25 metros alredededor de la discoteca y autorizar el tránsito de personas en el resto de la playa y el paseo marítimo, salvo el área acordonada. A las 21.45 abandonaron la búsqueda, que hoy continúa.

El delegado del Gobierno en la comunidad, Francisco Camps, comentó en el lugar de los hechos que la decisión de volver a cerrar la playa y retomar las labores de busqueda del supuesto artefacto explosivo se adoptó porque el aviso 'ofrecía credibilidad'. Camps guardó silencio cuando se le preguntó si la decisión de abrir la playa al público el sábado se había tomado con la absoluta certeza de que en el lugar no había ningún explosivo.

Al mediodía del viernes los santapoleros sufrían el segundo zarpazo de la banda terrorista. La Gran Playa y las calles adyacentes de ese tramo del paseo marítimo tuvieron que ser desalojadas ante el aviso de la colocación de una bomba en los alrededores de la discoteca Elcano. El aviso sobre la existenciade la misma se recibió en el diario Gara y la mencionada organización DYA de Álava.

La playa estuvo cerrada al público 24 horas y todos los vecinos de las calles adyacentes al paseo marítimo fueron evacuados de sus casas durante unas ocho horas.

En la mañana de ayer vecinos y turistas intentaban recuperar la normalidad y, poco a poco, aunque con algunas reservas, fueron poblando de sombrillas y toallas la Gran Playa.

Sobre las 16.30 horas, en plena hora de la siesta, por tercera vez la pesadilla etarra volvió a romper la frágil tranquilidad de los santapoleros. 'Estaba dormida en la hamaca. De repente me he despertado por los pitos de los policías que, otra vez, me pedían que saliera de la playa porque había una bomba', dijo María Paz García, una mujer de Madrid, que junto con su marido; una nieta de seis años; su hijo y su yerno, veranean en Santa Pola desde hace 30 años. 'Son unos sinvergüenzas. Si esto sigue así, tendremos que irnos', apostilló.

El nerviosismo y el miedo entre los turistas también se ha traslado a los residentes, y especialmente a los propietarios de los negocios de restauración. 'Esto es la ruina, el mes de agosto está acabado', señaló Mercedes Vado, propietaria de una cafetería en el paseo marítimo de la Gran Playa. El Ayuntamiento también admite que el acoso terrorista está haciendo mella en el sector turístico, aunque espera al lunes para hacer una evaluación.

La Delegación del Gobierno y el Ministerio del Interior sostiene que el atentado del coche bomba de Santa Pola y la explosión de una bomba en una hamburguesería de Torrevieja son obra de un comando itinerante, que llegó a la Comunidad el pasado 5 de julio. Interior admite además que los activistas -según fuentes policiales, una mujer y un hombre jóvenes- cuentan con apoyo estable en la provincia de Alicante.

Un grupo de artificieros busca la supuesta bomba en la zona de la Gran Playa de Santa Pola señalada por el aviso: entre las palmeras.
Un grupo de artificieros busca la supuesta bomba en la zona de la Gran Playa de Santa Pola señalada por el aviso: entre las palmeras.OLIVARES NAVARRO

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