Hallada la bomba en la playa de Santa Pola tres días después del aviso de ETA
El alcalde admite que los bañistas estuvieron en 'peligro' desde la tarde del sábado al domingo
Los artificieros hallaron ayer la bomba colocada en la Gran Playa de Santa Pola (Alicante), tres días después del primer aviso de ETA. El artefacto estaba entre unas palmeras, bajo metro y medio de arena e inactiva, según la Subdelegación del Gobierno, que añadió que no hubo 'riesgos' para la población. Pero testigos del rastreo señalan que se encontró a sólo un metro y fuentes policiales aseguran que podría haber estallado 'en cualquier momento'. El alcalde, Francisco Conejero, admitió que la población estuvo 'en peligro' durante las 24 horas que la playa permaneció abierta el fin de semana.
El tercer rastreo de los artificieros en la Gran Playa de Santa Pola dio, finalmente, con el artefacto explosivo colocado por ETA para que estallase a las 14 horas del viernes. Tras las primeras pesquisas se volvió a abrir la playa a mediodía del sábado. La Guardia Civil retomó la búsqueda de la bomba a las 16.30 horas del domingo, a raíz de una segunda llamada de ETA que especificaba el lugar exacto de su ubicación: un seto de palmeras, a unos 15 metros de la discoteca Elcano, el local de referencia que ya habían dado los terroristas en su primera comunicación.
A las 8.20 horas de ayer, un artificiero detectó con una retroexcavadora (el primer día sólo se había rastreado con perros y se había removido otra zona de arena con una pala excavadora, según fuentes de la investigación) una mochila azul. Se amplió el cordón de seguridad y se desalojaron los edificios cercanos. Los artificieros tardaron dos horas en desactivar el artefacto.
El subdelegado del Gobierno, Luis Garrido, dijo que la mochila contenía unos ocho kilos de cloratita, que estaba enterrada e inutilizada a metro y medio de profundidad. Garrido concluyó que en 'ningún momento hubo riesgo' para los cientos de bañistas que durante 24 horas transitaron por la zona.
La versión del subdelegado sobre las características del artefacto y su potencial peligro para las personas fue cuestionado por diversos colectivos, entre ellos el Sindicato Unificado de Policía (SUP). Testigos presenciales aseguran que el artificiero apenas había excavado un metro de arena cuando encontró la mochila. Otras fuentes de la investigación citadas por la agencia Vasco Press añadieron que el artefacto explosivo tenía un temporizador digital de 9.999 horas de duración que en teoría permite colocar la bomba con más de un año antelación, dejándolo programado para que haga explosión en el momento elegido. Este temporizador dificulta la determinación del momento preciso en que pudo haber sido colocado el explosivo. En la misma línea se expresó el SUP. Un portavoz de este sindicato policial señaló que la bomba 'podría haber estallado en cualquier momento' y subrayó que la decisión de reabrir la playa sin haber localizado la bomba fue 'política'. El SUP consideró que los Tedax se limitaron a informar del resultado de su búsqueda.
El alcalde de Santa Pola, el socialista Francisco Conejero, no ocultó su malestar por el hecho de que la playa estuviera abierta con la bomba entre las palmeras. 'La seguridad no estuvo totalmente garantizada' puesto que cientos de vecinos acudieron a la Gran Playa durante este periodo de 24 horas. Pero además durante la noche del domingo, con un cordón de seguridad de unos 25 metros alrededor de las palmeras, abrieron todos los locales de la zona, incluida la discoteca Elcano. 'Abrí por indicación de la Policía Local y la Guardia Civil', señaló Alfredo Sirvent, propietario de una heladería junto a la discoteca.
Este hostelero comentó que las sucesivas acciones terroristas han arruinado la campaña estival. 'A mí se me han ido hasta los camareros', dijo Sirvent. El Ayuntamiento se reunirá hoy con los empresarios del sector.
El potencial peligro que ha amenazado a los santapoleros ha acarreado las criticas de los partidos de la oposición. Joan Ignasi Pla, secretario general del PSPV, aseguró que los socialista mantienen su apoyo a la política antiterrorista del Gobierno, aunque precisó que en el caso de Santa Pola 'hay responsabilidades políticas'. A su juicio, el delegado del Gobierno, Francisco Camps, 'ha cometido un error al dar por finalizadas las labores de rastreos sin plena garantía de que no había bomba'. 'Camps es un delegado a tiempo parcial [también es el candidato del PP para las elecciones autonómicas de 2003] y debe cesar cuanto antes', explicó. El coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, apuntó que los atentados de Alicante demuestran las 'carencias' en materia seguridad y el portavoz parlamentario del PNV, Iñaki Anasagasti, denunció que si un caso similar se hubiera producido en Euskadi se habría acusado al Gobierno vasco de irresponsabilidad.
[La Guardia Civil detuvo ayer en Torrevieja a J. P. R, natural de Madrid, por efectuar una llamada en nombre de ETA avisando sobre una supuesta bomba en la playa de los Locos.]
Retroexcavadora o georradar
El artificiero que ayer localizó la bomba en la Gran Playa de Santa Pola fue sometido a un cursillo de una hora para aprender a conducir la máquina retroexcavadora. Los especialistas reclamaron ese vehículo para poder excavar la arena en el interior de la zona de palmeras donde fue hallado el artefacto explosivo. La máquina la facilitó el servicio de limpieza de la Ayuntamiento y un técnico de ese departamento fue el encargado de adiestrar, en la noche del domingo al artificiero en el manejo de la retroexcavadora. En la mañana de ayer, el especialista en explosivos movía los mandos de la máquina con las órdenes que le transmitía aquél. Por otra parte, técnicos de dos empresas valencianas dedicadas a la localización de infraestructuras subterráneas mostraron ayer su perplejidad por la tardanza del hallazgo de la bomba en la playa de Santa Pola. Y coincidieron en señalar que el artefacto se podría haber localizado con un georradar, un sistema basado en ondas electromagnéticas de alta frecuencia para la inspección del subsuelo utilizado en ingeniería civil, arqueología y seguridad. Pero subrayaron que los Tedax carecen de esta tecnología. Al contrario que los populares buscadores de metales que se utilizan para recuperar monedas y objetos metálicos en las playas, el georradar detecta objetos no metálicos a varios metros de profundidad.
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